SANTA MARÍA DEL PILAR
12 de Octubre
Santiago Apóstol, su llamado camina,
ribera del río Ebro, en Zaragoza,
senda de Asturias, Galicia y Castilla,
tierra de Celtiberia, luna sin aurora.
Coro de ángeles, canta Ave María,
escuchan los romeros peregrinos
un dos de Enero, año cuarenta, erguida
sobre un cilindro de mármol suspendido.
Una columna sostiene el milagro
de la Virgen, viva, Madre de Dios,
en cuerpo y alma se muestra a Santiago
plena de gracia, antes de la Asunción.
Un pilar suspenso del mismo cielo
que se ofrece a sus pies en pedestal,
desciende, leve y lento: su misterio
posa en el aire, peso de ala y verdad.
El que fuera Yago de Compostela
en carne mortal halló a La Señora,
escuchó el pedido que hiciera Ella
en su voz de madre que lo emociona.
Una iglesia con el altar en torno
al pilar en la noche aparecido,
“hasta el fin de los tiempos”, su trono,
para los que “imploren mi patrocinio”.
Santiago y ocho testigos, la piedra
temprana alzaron del templo mariano:
en la historia del mundo la primera
iglesia fue en España, orbe sagrado.
Bosco
Ortega
Balvanera
Mil gracias Bosco querido. Un hermoso poema para nuestra madre del Pilar. Que ella nos ayude a pasar esta espantosa pandemia y lleguemos al final con salud. Dios te Bendiga.
Elsa Lorences.
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