jueves, 30 de enero de 2020

RELATO: LA INOCENCIA DE LOS NIÑOS. ELSA LORENCES DE LLANEZA

PUBLICACIÓN DE LA REVISTA ARISTOS
INTERNACIONAL DE ENERO 2020
ALICANTE - ESPAÑA
RELATO: LA INOCENCIA DE LOS NIÑOS
ELSA LORENCES DE LLANEZA ARGENTINA
LA INOCENCIA DE LOS NIÑOS
Todo lo escrito a continuación es rigurosamente cierto

   Mi infancia se caracterizó por unas Navidades inolvidables. Mi padre, que me está esperando allí donde nos vamos a encontrar todos, era el pilar y el artífice de hacer que esas reuniones fuesen maravillosas. Cuando me casé las fiestas se empezaron a realizar en mi casa ya que me padre me delegó la tarea.
  Llegar a la Navidad era el mejor regalo que Dios podía darme: Pesebre, regalos, árbol, guitarras, bombos, disfraces y las representaciones que hacíamos cada familia presente, llenaba mi casa de alegrías que se prolongaban hasta las seis de la mañana. Luego con la desaparición de mis padres y de mi queridísima comadre Perla, fueron cambiando las costumbres.
Cuando nació mi primera nieta Natalia, hace 21 años, se me ocurrió comprarme un traje de Papá Noel. Recuerdo que me salió caro, muy caro, pero sin saberlo, fue el mejor dinero gastado de mi vida.
  Natalia se dio cuenta enseguida, a los tres añitos, que ese Papá Noel que entraba en su casa era su abuela. Recuerdo el último año de ese dulce engaño, cuando después de repartir los regalitos y retirarme, al cerrar la puerta del departamento, escuché su voz que decía: Y la abuela Eta (le costaba todavía pronunciar Elsa) por qué se fue?  Grandes carcajadas de todos los reunidos y el maravilloso abrazo de un Papá Noel que se despedía y volvía a ser abuela.
   ¿Y ahora qué? Me pregunté. Mucho gasto pero poco uso. Entonces resolví que todos los años iba a usar mi traje para llevar la alegría de los regalos a los chicos abandonados, o enfermos y a la misma Cáritas Parroquial, donde mis ojos, detrás de una máscara, podían ver, sin que me conocieran los ojitos iluminados de los chicos, la alegría y la inocencia de los niños al recibir sus presentes.
 Así durante 15 años  aproximadamente. Cuando vi que la máscara ya estaba raída decidí regalar el traje y jubilarme. Es ahí cuando se anuncia Delfina, mi segunda nieta que en el presente cuenta con 4 añitos. Entonces me propuse volver a empezar. Compré otra máscara y durante 3 años, escondí debajo de ella la emoción de ver sus ojitos cuando recibía sus regalos.
  Por supuesto era un gran dispositivo de toda la familia distraerla para que yo me pudiese vestir, salir por la puerta del departamento y volver a entrar con el Jo. Jo. Jo en la boca y la campanita sonando descaradamente, tal vez despertando a algún vecino que nunca disfrutó de una buena Navidad.
   Este año 2016 Mientras repartía los regalitos, miraba a Delfina que estaba rara. Miraba mucho mis zapatos y me miraba fijo a los ojos, como que quisiera meterse en ellos hasta mi alma. Mi hijo Javier le dijo que yo estaba en el baño descompuesta.
Cuando terminé la repartija, se movilizó la familia para que yo me fuera y volviera a entrar, cambiarme y salir del baño como si realmente hubiera estado mal.
Me senté en una silla y la llamé:
-Delfina ¿Ya vino Papá Noel? Le pregunté con cara de inocente
-Si abuela - me contestó.
-¿Y que te trajo?  Volví a preguntar.
- El maletín de la doctora Juguete que yo quería.
Tal vez tendría que haberlo dejado ahí pero yo deseaba averiguar el por qué de esa mirada inquisidora y seguí el diálogo.   –Ah, qué lástima que yo estaba con dolor de panza y no lo pude ver. Contame ¿Cómo era?
  ¡Hay abuela era como vos! Contestó con esa carita y esos ademanes de persona mayor. Tenía tus ojos y tus mismos zapatos. Se ve que los compra en el mismo lugar.
  -¿No me digas? Pregunté tratando de reprimir la risa.
- Sí abuela ¡PAPÁ NOEL SE DISFRAZÓ DE VOS!

                              FIN

Elsa Lorences de Llaneza
elsalorences@yahoo.com.ar

RELATO: EL SEGADOR. ADRIÁN N. ESCUDERO

EL SEGADOR

   I - Ayer vino a visitarme. Pero, ciertamente, me costó reconocerlo.
   Por supuesto, tocó timbre, esperó que alguno de nosotros atendiera, y luego dijo: “¿Está el dueño de casa?”.
   Es decir, yo. O lo que yo representara en aquel momento.
   Había elegido un día especial para la visita. No había lluvias ni relámpagos eviscerando la penumbra de la noche, o acortando la tarde, u oscureciendo la mañana, como uno hubiera podido imaginar.
   Era, en cambio, un día de brillos luminosos, de una humedad pulposa que enrojecía nuestras pálidas ventanas, abiertas o clausuradas a los cuerpos vivos de las otras gentes que circundaban la zona brotada de verde, apenas desviado el sol de su cenit, con las casitas blancas y más blancas del barrio Las Flores II, con árboles de sombras apenas asomadas, y el bullicio jocoso (también apenas), ingenuamente vituperado por la alegría redonda de una pelota de fútbol maltratada, o injustamente interrumpido por la norma culinaria del mediodía que, por los domingos, adelanta su orgía de olores carnívoros y sabrosos.
   Porque la protesta a los padres que llaman siempre se da; aunque luego no queden ni rastros de rito milenario del almuerzo amasado por las manos de mamá.
   II - Vino a visitarme, dije. Abrió el más chico, después atendió ella, y, al final de un pequeño introito en que las mujeres adelantan a los esposos el quién es, el qué quiere, el que si viene o no viene mañana, o nunca, el que si se hace tal o cual trabajo, o si se puede o no prestar el diario de la noche, o cosas por el estilo, atendí yo. Insisto: de inmediato no habría de advertir su verdadera identidad. Pero...
   ... Me estremeció su aspecto. Parecía haber bebido mucho; quizás hasta algunos instantes antes de llamar a mi puerta. Después pensé que era por necesidad. Necesidad de evadirse de una realidad que lo oprimía, a la que no pertenecía, y contra la cual luchaba desesperadamente. Y todo aquello que correspondiera a esa realidad debía segarlo...
   El cabello, hirsuto; revuelto como un mar de tormentas o un nido de cuervos. Endurecido, grasoso y maloliente. Hedía desde cada hilo de sus vestiduras desgajadas. Un cristo deshecho. Marginado. O un arquetipo de hombre soslayado por la vida. Menudo y fláccido; un manojo de venas mudas y secas, alargadas en un gesto gris violáceo, fulminante. Colgando de esas venas sin savia, dos garras ciñendo “aquello”. Largo y afilado. Amenazante y curvo.
   “¿Puedo cortar el césped?”, dijo. Y entendí que mi hora no había llegado todavía.
   Es que ante mis ojos, el pobre cristo se debatía por una limosna misericordiosa, y el corazón de mi familia se había estrujado por aquella semblanza pordiosera. Humillada.
   ¡Hermano!, dije para mis adentros. Y una lágrima me recorrió voraz la intimidad del alma, marchitándola. Secó mi garganta al abandonar el lugar donde moraba, y apagó mi voz cuando le dije: “Sí; puede”.
   Mis chicos (que son cuatro, o cuatrocientos, de cómo juegan y gozan de la vida) lo rodearon, y luego comenzaron a tocarlo y a azuzarlo sin percatarse del peligro que guiñaba desde “aquello”, con cada movimiento del brazo nervudo que, feroz, cumplía su tarea. Mientras tanto, el Segador forzaba una sonrisa complaciente, como esperando su oportunidad, esta vez, por alguna razón postergada...
   Como hojas de otoño, incómodas y amarillas, caían rendidas a sus plantas de arpillera unas pisadas leves festejando (chas) la audacia del bastón de mando (chas), que oscilaba (chas) y oscilaba (chas), yendo y viniendo (chas), y haciendo florecer como claveles del aire suspendidos a centímetros del suelo, aquellos ramilletes de brotes muertos de carne verde destrozada, con alguno que otro yuyo de mala fama entremezclado.
   III - Sudaba doblemente. Por el trabajo en sí y sus escasas fuerzas de existencia desnutrida -desvaídas bajo el sol de enero mortificando a pleno a la ciudad toda-, y por ellos. Mis chicos. Tontamente perversos. Brincándole al borde justo de aquel filo de navaja enardecido, que cepillaba sobras de malezas jerarquizadas por la estética de moda en los countries de fin de semana.
   Un llamado de ella (mi esposa) lo alivió. Corrieron los críos a devorar el almuerzo, y, con el último jadeo, concluyó la tarea. A medidas, eso sí.
   “Después, con la tijera, termino de pulirlo yo”, le digo con honesta ternura. Demasiado presuroso su trabajo, había prácticamente desmantelado el –hasta ayer- cuidado solar. Por el vino, por la edad, el hambre o los chicos. Desmantelado.
   Sonrió de nuevo, e insistió con la voz grave y gangosa de su inocultable beodez: “No. No; deje patrón, que yo se lo termino bien, Va a ver. Me gusta terminar bien lo que empiezo”.
   Iba a decirle: “Salud”, por aquel costado irónico o perverso al que nos tiene acostumbrado, de improviso, la criolla picardía. Pero no. Le sonreí también, y lo dejé seguir mientras yo porfiaba en mi escritorio profesional con cifras y normas legales, especulando matrices y recortando diarios o clasificando artículos relacionados con mi árida, matemática y racionalista –pero humana, al fin- profesión de Contador...
   Al cabo, se recortó por segunda vez como un fantasma frente a la puerta entreabierta de la casa; pero no en seguida. Unos minutos después de su postrero “chas”, en los que hubo recuperado el aliento...
   “Ya está, patrón”, me dice. Y me observa con la triste melancolía del que no tiene nada que perder. “Bien”, le respondo. “Muy bien”, exagero.
   Abandono el escritorio, salgo al jardín, le doy un rápido vistazo eludiendo al sol desviado ya pronunciadamente  hacia el oeste, y apruebo su trabajo con serena benevolencia, no exenta de preocupación. “Aquí tiene, don. Y muchas gracias”, le digo. “A sus órdenes, patrón”, me dice.
   Y se va.
   Como intuyendo mi secreto enojo por su labor ineficiente, el Segador, sin embargo, se va; acompañado en una sombra por su prima, la Muerte, y con el sol prendido tercamente a sus espaldas, dando lugar a la Esperanza, se va...
   Al margen de toda imaginación de mi parte.-

Adrián N Escudero 

Hermoso tu relato Adrián. Me encantó. Mil bendiciones Elsa.

REINA DEL CIELO: SAN PEREGRINO LAZIOSI. PATRONO DE LOS QUE SUFREN CÁNCER


San Peregrino Laziosi

Patrono de los que sufren cáncer

 

San Peregrino es parte de la Orden de los Siervos de María, también conocidos como Los Servitas.
El se ha transformado en el protector de aquellos que sufren cáncer, porque él mismo sufrió la enfermedad y fue sanado por Jesus.
Si tienes un familiar, un amigo, o si tu mismo tienes cáncer, no dejes de hacerte devoto de San Peregrino. Y conoce su vida, su historia.
Hazte amigo de Peregrino, hasta que él escuche tus ruegos, e interceda ante Jesus.
Oh San Peregrino, te pido ruegues por mí y por todos los que sufren esa enfermedad sobre todo los niños. Que Jesús nos escuche como te escuchó a Tí. Amén. Elsa Lorences de Llaneza

SALUDOS DE LA PRESIDENTE DE LA REVISTA ARISTOS INTERNACIONAL

SALUDOS DE LA PRESIDENTE DE LA REVISTA
ARISTOS INTERNACIONAL


INVITO A TODOS LOS QUE MIREN EL BLOG A PARTICIPAR DE ARISTOS INTERNACIONAL: UNA BELLÍSIMA REVISTA DE ALICANTE- ESPAÑA, CON APERTURA A POETAS Y ESCRITORES DE TODAS PARTES DEL MUNDO. AQUÍ TIENEN EL E.MAIL PARA PARTICIPAR EN ESPAÑOL O EN PORTUGUÉS. SUERTE Y BENDICIONES.  ELSA LORENCES

REVISTA ARISTOS INTERNACIONAL: TEMA MES DE FEBRERO Y NUEVA FECHA DE CIERRE

REVISTA ARISTOS INTERNACIONAL
TEMA MES DE FEBRERO Y
NUEVA FECHA DE CIERRE


Amigos todos...

Les acerco esta información de la Dirección Editorial, complementaria a nuestra oportuna difusión DE LOS ENLACES DEL MAGAZIN VIRTUAL "ARISTOS INTERNACIONAL" (Alicante, España)-ENERO 2020 - Ver email más abajo.

En tal sentido, la fecha de cierre de entrega de trabajos para el Nº FEBRERO 2020, vencerá finalmente el 18-02-2020, y el tema especial tratará sobre EL VALOR DE LA SALUD.

Agradeciendo desde ya v/apoyo en difusión de todo lo atinente a nuestro Magazin virtual hispanoluso, tanto a nivel de colegas y asociados de v/entidades culturales en particular, y amigos de las letras en general con las que contacten, les dejamos un fuerte abrazo con nuestra consideración más distinguida y estima personal.

"Que resplandezca en tu rostro la serenidad, en tu mente la alegría
 y en tu boca la acción de gracias" 
(San Pedro Damián, Obispo y Doctor de la Iglesia)
 
VICEPRESIDENTE: ADRIÁN ESCUDERO

COMPARTIENDO: MARCELO CLAUDIO MONTERO CATÓLICA ROSARIO


La Paz. Esta semana tomé esta foto de la vieja estación llamada Oeste Santafesina (en el Parque Urquiza de Rosario).
Nunca en mi vida la había visto. Me pregunto por que al arquitecto o quien le haya pedido realizar lo que parace ser "Un Caliz y una Hostia"
en lo más alto del edificio en 1883?  Sería lo más importante para las personas de ese momento?

Que Bendiciones diarias tendríamos si pusiéramos este símbolo como lo más importante en nuestras vidas...

Saludos Marcelo Claudio Montero
CATÓLICA ROSARIO

Sí, amigo. Creo que nuestras vidas tendrían otro sentido. Bendiciones. Gracias por Compartir.  Elsa.

miércoles, 29 de enero de 2020

NOTICIAS: REUNIÓN DE MICRÓFONO ABIERTO: TERTULIA PARTICIPATIVA.

TERTULIA PARTICIPATIVA

Próximo Domingo 2 Febrero 2020 18:30
 
MICROFONO ABIERTO
 
 
Esperamos que estén pasando un hermoso verano en esta bonita ciudad que es Buenos Aires. Y para los que queremos distendernos un rato nos vamos a juntar nuevamente en la Tertulia!

Entre amigos y haciendo lo que nos gusta: narrar historias, leer algo escrito por nosotros o por otros, recitando poesías o aforismos. Quien sabe: tal vez haciendo un pequeño monólogo!

Siempre con buena onda, divirtiéndonos y comiendo cosas ricas!


Si hiciste un taller, y querés ponerlo en práctica, querés probar algo nuevo y te gustan los aplausos y la adrenalina o simplemente querés contar, éste es tu lugar. Levantás la mano rápido y cuando quisiste acordar muchas caras alegres y manos dispuestas a aplaudir van a escucharte. Así de fácil. Así de diveritido.

En el espacio que fundó Susana Casatti, te recibimos Sara Wachler y Ale Sueldo, pero la reunión la hacen los que vienen, y tratamos de que todo el que quiera pueda participar.  Y nos encanta que nos vengan a visitar los mejores narradores de la argentina y del planeta, como siempre lo hacen. ¡¡¡¡GRACIAS!!!!

Espacio Cultural La Turba
Varela 503 - Flores - CABA


DOMINGO 2 Febrero 2020 - 18:30 HS

Los esperamos.

Sara y Ale

  
Ya están avisados los poetas. Espero Vayan. Que sea un éxito. Saludos a mi amiga Susana Casatti- Elsa Lorences de Llaneza.

POR INTERMEDIO DE SU VICEPRESIDENTE: ADRIÁN N. ESCUDERO. ARISTOS INTERNACIONAL INFORMA

¡Amigos Aristolianos todos!

ATENTA DIFUSIÓN ENLACES MAGAZIN VIRTUAL "ARISTOS INTERNACIONAL" (Alicante, España) - Nº 27 enero 2020, agradeciendo desde ya el maravilloso esfuerzo editorial hispanolusitano que realiza la Dra. Virigina Eunate Goikoetxea, Fundadora y Directora Editorial.

En tal sentido, agradecer también a Uds. cuando, restando tiempo a su tarea creativa, colaboran entre sus colegas, asociados y amigos a difundir esta propuesta de servicio a la Paz Universal, mediante la palabra viva iluminada en las esencias de la bondad, la belleza y la verdad, y encaminada por los senderos generosos del amor y la  imaginación creadora.

¡Fuerte abrazo! ¡Paz y Bien! - Nota: Hasta el 10-02-2020 se reciben trabajos para el Nº de FEBRERO 2020.-

"Que resplandezca en tu rostro la serenidad, en tu mente la alegría
 y en tu boca la acción de gracias" 
(San Pedro Damián, Obispo y Doctor de la Iglesia)


Adrián N. Escudero (Santa Fe de la Vera Cruz, Argentina)
Vicepresidente Comité Editorial: 
Magazin virtual "ARISTOS INTERNACIONAL" - Torreviejas (Alicante, España)

REINA DEL CIELO. MENSAJE DE LA VIRGEN DEL 25 DE ENERO



Mensaje de la Virgen el 25 de enero

Lluvia de Misericordia en las palabras de la Madre de Dios

Las palabras de la Madre de Dios, que recibimos cada mes en Medjugorje, son una bendicion para esta generacion que muy poca gente es capaz de comprender.
 
Nosotros, que respondemos al llamado de Maria, y recibimos el agradecimiento de la Madre de Dios por escucharla, sabemos muy bien de la importancia de cada mensaje.
 
Hoy, una vez mas, podemos meditar su mensaje. Disfrutemoslo.
 
 
 
Gracias Reina del Cielo por enviarme siempre los mensajes de María que nos ayudan a reflexiona. Bendiciones. Amén.  Elsa.

MÚSICA (BLUES) LOS UMBRALES. LETRA Y MÚSICA BOSCO ORTEGA.


LOS UMBRALES
Blues

Ausencia de casa y lecho,
su cuerpo es el mismo umbral,
la pena, testigo de hecho,
a la intemperie total.
             ---0--
Su corte de los milagros,
al ocaso en procesión,
deambula, temblores magros,
la cruz de su condición. 

La calle con su ley de hierro
los destierra en su nación,
la piedad, forma de perro,
vela su insomne pasión.

Por apellido, los umbrales,
el nombre, desolación,
a cielo abierto son tales
que les brilla el corazón.

Ateridos y fetales,
adentro de su exclusión,
dados vueltas, los umbrales,
dialogan su obsesión.

Sitiados por el cemento
en la cárcel de un rincón,
ya la risa como intento
se le abisma en el mentón.

El umbral, metro de pena,
su dolorosa extensión,
la indiferencia gangrena
al hombre y su perdición.

Letra y música: Bosco Ortega

Tristísimo pero tan real Bosquín. Que bien supiste retratar esta dolorosa verdad que se ve en las calles de Buenos Aires. Te felicito. Elsa.