viernes, 3 de enero de 2020

POEMA: LA ESPERA EN UN MUNDO DE PAZ. VASQUEZ RUIZ (PERÚ) COLABORACIÓN DE GABRIELLE SIMOND

de notre ambassadrice Vásquez Ruiz Peru

  La espera en un mundo de Paz

Las noches de Paz se convierten en armonía,
cuando el niño del mundo habla sobre la paz,
paz para los símbolos y los versos
paz para mi flujo líquido del alma
paz para el senil que va de un lado a otro.

Paz para la urbe y la población
paz cuando despierta el pajarillo,
paz revoloteando sobre el río.
Paz para el ajuar de la novia,
paz para los versos floridos,
Paz para la brisa que sopla
paz para el despojo de los NN.
Paz para las madres,
que no conocieron a sus padres,

Paz para la familia
que la espera no sea un sortilegio
Paz para mi casa,
que alumbre el sol de cada día
paz para el cartero que arruina su zapato
que calcina el voraz infierno de lo desconocido.
Paz para mi amiga y hermana,
que solo sabe amar como Dios,
paz para el eterno extranjero,
que va por el mundo en busca de retos.
Paz para los carpinteros,
Paz para los corazones abiertos como zanjas,
que lloran a sus caídos en la penumbra del olvido.
Paz para la hermana de los Continentes,
que se resigna con un suspiro,
paz para el pequeño Gobierno,
que está rancio y putrefacto,
Llénalo señor con el dulce de tu miel.
Paz para la cocinera de mis días
que alimenta mis entrañas,
y protege mis húmeros día a día.
Paz para el amor,
y los que aman como Dios ama a un niño.
Paz para el que nace,
para todo el que busca un capullo,
paz para los seres del mar
paz para todo el firmamento,
paz para mi regocijo.
Acabo de llegar al mundo,
mi madre, mi padre y abuela,
velan mis sueños secretos,
ellos no saben que dentro de mi casa,
yo rezaba el padre nuestro.
El viento sacude su memoria
y llena de arrullo mis entrañas,
soy solo esa vocecita
que desea que el mundo se ame.
Mi pueblo solo espera
que ricos y pobres se den la mano,
que los soldados depongan sus rifles,
para que seamos una nación de valientes.
Voy a mi nido por la mañana
veo los autos que solo smog sacuden,
no creen ni en la bocina
que ensordecen mis oídos.
Solo soy un niño de 2 años
que ve al mundo con alegría.
Solo soy un niño, que no quiere morir.
¡Aquí quiero vivir! donde todos los niños del planeta
Nazcan con verdad y justicia,
Dónde se acurruquen cada noche
y el brazo amable de su madre
les de calor de la tierra.
Que los trinos de las aves
Lleven su amor al firmamento.
¿No quiero guerras?
no quiero flujos.
¡Quiero, bailar y cantar!
la canción vamos todos a pasear,
en el carro de papá,
vamos todos a implorar,
que haya alimento en absoluto.
Voy a contarle a mi Dios
que en mis días de juego,
                                                          le canto con los brazos en alto
                                                            a mi señor de las alturas. 

Vasquez Ruiz (Perú)

Hermoso poema sobre la Paz. Gracias por tu colaboración Gabrielle Simond. Bendiciones.
 Elsa Lorences de Llaneza
Embajadora de la Paz.                       

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