REFLEXIÓN: MARCOS 1, 40-45 P. STÉFANO CARTABIA OMI. (URUGUAY)
Marcos 1, 40-45
La lepra, al tiempo de Jesús, era una terrible enfermedad. No solo por
las consecuencias físicas, sino y sobretodo, por las consecuencias
sociales y religiosas. El leproso vivía en una marginación radical:
excluido de la sociedad y excluido del acceso a Dios.
El libro del Levítico era claro y contundente: “La persona afectada
de lepra llevará la ropa desgarrada y los cabellos sueltos; se cubrirá
hasta la boca e irá gritando: ¡Impuro, impuro!. Será impuro mientras dure su afección. Por ser impuro, vivirá apartado y su morada estará fuera del campamento” (13, 45-46). Leer más...
Mil gracias Padre Stefano. Un poco tarde por el arreglo de mi compu, pero para las cosas de Dios, para mí nunca es tarde. Mil gracias y felices Pascuas.
Elsa Lorences de Llaneza.
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