“El Brote del Amor”
Hoy más que nunca hace falta recuperar la alegría de la Pascua, sobre todo después del enorme impacto que causo en los corazones del mundo la pandemia que azota y asola al mundo entero. La resurrección de Cristo es el acontecimiento central de la historia de la humanidad. El peor signo de la descomposición de una comunidad cristiana y humana, es la tristeza y el miedo. Recuperar en la iglesia para todo hombre y mujer de buena voluntad el júbilo de la pascua es redimir y reivindicar el sentido de la cruz. No se trata de una alegría superficial y pasajera, sino de un regocijo insondable y eterno. La pascua es fiesta, expectación, esperanza ante el tránsito del mundo viejo al mundo nuevo. De la esclavitud a la libertad, de la muerte a la vida. Es la fiesta del Brote del amor, que implica un proceso de transformación, de conversión de cada persona y de toda la humanidad. Es símbolo y realidad del paso, cambio, comienzo hacia una vida nueva. Es la algarabía de la victoria definitiva de cristo sobre el pecado y la muerte. La alegría de la reconciliación del mundo con el Padre y la unidad del género humano. El mensaje es claro“…he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia. Esa es la finalidad humana de la creación. Si de alguna forma violentamos al planeta, al ser humano, su dignidad, las consecuencias brotan sin demora alguna como la estamos padeciendo. Es en ese libertinaje e inmoralidad donde se elabora el caldo de cultivo hacia la violación de derechos humanos, las guerras, el fraude, el tráfico humano, la corrupción, el hambre, la contaminación ambiental, la deforestación, el calentamiento global y la vida sin sentido. Creo no exagerar si afirmo que Tata Dios quiere que la celebración de la pascua, en la realidad actual de nuestra vida, es la de reavivar y revivir la confianza puesta en ÉL. Es que confiar en la resurrección de Jesucristo es defender la vida de los más débiles, de los últimos, de los olvidados, convencidos de que "sólo el Dios que sufre puede ayudar”. Mostrando que todos tenemos un tesoro en las quebradizas ánforas de cada uno de nosotros y que sacudidos como Job, que buscaba a Dios sin encontrarlo, se produjo el encuentro tan querido "yo te conocía de oídas, pero ahora te han visto mis ojos". En este entusiasmo del acontecimiento pascual encontraremos siempre a la Virgen María, causa esencial de nuestra alegría. Argentina es Mariana y el Jardín de la República siempre cantará exultante…“Regina coeli lateare…Aleluya. Reina del cielo, alégrate, Aleluya es la pascua del Altísimo.
Dr. Jorge Bernabé Lobo Aragón
#Argentina #Tucumán #España
Muy bueno Doctor Lobo Aragón. Espero pase una Feliz Pascua junto a toda su familia. Bendiciones. Elsa Lorences de Llaneza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario