En tu corazón viviente
ardía fuego de Amor.
Querías que arda la tierra
en alabanza al creador.
Fue la lanza de Longinos
quien partió tu corazón
abriendo para nosotros
la puerta de salvación.
En el que está traspasado
por la maldad y el furor
está su misericordia
esperando al pecador.
Si llegas arrepentido
y confiando en el Señor,
de la herida de su pecho
brotan rayos de perdón.
Concepción Costantino
Excelente amiga. Sabemos cuánto te cuesta todo esto y te felicitamos. Bendiciones.
Hermoso el ocupo ntro lugar x su misericordia y nos ama y perdona,hermosa poesía.
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