Juan el Bautista, o simplemente el Bautista o San Juan, fue un predicador judío, considerado como uno de sus profetas por tres religiones: Cristianismo, Islam y la Fe Bahá'í. Considerado también mesías por el Mandeísmo. Se ha especulado con que Juan el Bautista e incluso Jesús de Nazaret tenían relación con el movimiento judío de los esenios
o incluso pertenecían a la secta: "parece que Juan el Bautista y tal
vez también Jesús y su familia fueron cercanos a esta comunidad. En
cualquier caso, en los manuscritos de Qumrán hay múltiples puntos de
contacto con el mensaje cristiano. No puede descartarse que Juan el
Bautista viviera un tiempo en esta comunidad y haya recibido en ella, en
parte, su formación religiosa".1
Hijo del sacerdote Zacarías y de su esposa Isabel (Lucas 1:5), Juan el Bautista es considerado el precursor de Jesucristo.Según Lucas 3:1-3, Juan comenzó a predicar y a bautizar en el desierto «el año decimoquinto del imperio del emperador Tiberio, cuando Poncio Pilato gobernaba Judea, cuando Herodes era tetrarca de Galilea, su hermano Filipo tetrarca de Iturea y Traconítide, y Lisanias tetrarca de Abilene, en tiempo de los sumos sacerdotes Anás y Caifás».
Tiberio sucedió a Augusto el 19 de agosto del año 767 (año 14 d. C.) de la fundación de Roma. Lucas pudo contabilizar los años siguiendo el calendario sirio, que inicia el año 1 de octubre, o bien el calendario romano, que comienza en marzo, por lo cual no sabemos si tuvo en cuenta el primer año de la sucesión. Así, la fecha aproximada del inicio de la actividad del Bautista estaría en torno al año 28 de nuestra era.
Juan Bautista se definió a sí mismo como «voz que clama en el desierto: "rectificad los caminos del Señor"» (Juan 1:23), con lo cual cumplía expresamente una profecía de Isaías (Mateo 3:1-4, Lucas 3:4-6, Isaías 40:3-5). Marcos 1:1-4 une a ésta el cumplimiento de otra profecía, de Malaquias 3:1. Esta misma misión general, cumplir unidas ambas profecías, vista como una, fue definida en general por los esenios para ellos mismos, según la Regla de la Comunidad (1QS VIII 13-14; 4Q259 III 3-6), encontrada entre los Manuscritos del Mar Muerto y datada entre los años 100 y 75 a. C. También la liturgia bautismal esenia (4Q14) pudo haber servido de inspiración a Juan.
Además, en el Evangelio de Juan, se narra a Juan el bautista diciendo:
No puede el hombre recibir algo, si no le fuere dado del cielo. Vosotros mismos me sois testigos que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él... A él conviene crecer; a mí, ser disminuido
(Juan 3:27-31)
El que de arriba viene, sobre todos es: el que es de la tierra, terreno es, y cosas terrenas habla; el que viene del cielo, sobre todos es. Y lo que vio y oyó, esto testifica; y nadie recibe su testimonio. El que recibe su testimonio, éste ha puesto su sello que Dios es Verdadero. Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; porque no le da Dios el Espíritu por medida. El Padre ama al Hijo, y todas las cosas dio en su mano. El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; mas el que al Hijo es incrédulo, no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.La diferencia entre el ministerio general de los esenios y el de Juan estriba en que aquellos enfatizaban en el estudio de la Ley, y en general de las Escrituras, y Juan en la predicación y bautismo para la conversión del pueblo. Según los Evangelios, bautizó también a Jesús en el río Jordán (Lucas 3:21-22, Marcos 1:9-11)y lo reconoció como Mesías (Juan 1:25-34, Mateo 3:13-17). Ese momento supuso el inicio de la actividad mesiánica de Jesús. Algunos autores[¿quién?] señalan que sería más bien el arresto de Juan por parte de Herodes Antipas el comienzo de la vida pública de Jesús (Marcos 1:14).
(Juan 3:31-36)
Poco después (antes de la muerte de Jesús hacia el 30), fue encarcelado y decapitado por orden de Herodes Antipas en la fortaleza de Maqueronte. Este dato es mencionado tanto por Flavio Josefo (Ant., XVIII, v, 2) como por los Evangelios de Marcos 6:16-29 y Mateo 14:3-12.
Juan no dudó de Jesucristo al haberlo reconocido como el Cordero de Dios, pero estando en la cárcel envió mensajeros para asegurarse de que Jesús era realmente el Mesías esperado, Mateo 11:2-4 "Y al oír Juan, en la cárcel, los hechos de Cristo, le envió dos de sus discípulos, para preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro? Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis". Juan el Bautista es considerado por Jesús como el más grande entre los hombres, aunque el más chico en el reino de los cielos es mayor que él, Mateo 11:11 "De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él".
La Iglesia católica celebra su fiesta principal el 24 de junio (seis meses antes de Navidad, ya que el Evangelio cuenta que su madre Isabel estaba de seis meses cuando el ángel anunció a la prima de ésta, María, que sería madre del Mesías). El 29 de agosto se conmemora su decapitación (Degollación de san Juan Bautista).
San Juan Bautista es uno de los santos más celebrados de Europa, siendo patrón de Florencia, Badajoz, Chiclana de la Frontera, Albacete, Telde y Arucas en Gran Canaria y Puerto Rico, además de serlo de los monjes Cartujos y de la Orden de Malta. La noche del 23 de junio (víspera del día de su fiesta) se realizan las famosas hogueras de san Juan, entre las que destacan las de Alicante, declarada de Interés Turístico Internacional, y las de La Coruña, declarada ésta de Interés Turístico Nacional.
Según Lucas (1:59-60) Isabel y Zacarías circuncidaron a su hijo a los ocho días siguiendo el precepto que Yavé mandara a Abrahán (Gén 17, 11-12). Los sacerdotes católicos practicarían el rito del bautismo siguiendo el prototipo de Juan el Bautista, aunque sin aplicar la circuncisión. También, según Mateo (3:6), las gentes confesaban a Juan sus pecados y Juan las bautizaba mientras en el rito católico el bautismo y la confesión son independientes.
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