EL BAUTISMO DE DELFINA
Gotas de perlas
de agua bendita
que se deslizaban
por la cabecita
de mi nieta chiquitina.
Gotas de perlas de agua
bendita
que iban formando
un Rosario en su cabecita.
Milagro del cielo era
el angelito que
ponía en su cuello
sus manos santísimas.
Y ahí estaba ella,
sin entender nada
de tan pequeñita.
Y ahí estábamos todos
mirando el milagro
que el Señor del cielo
había regalado
a mi chiquitina
mi nieta Delfina.
Señor te agradezco
esta Diosidad
y los dones Santos
que has dado a la niña
en este bautismo.
Cúbrela del mal,
bendícela siempre
y que ella te ame
como Tú la amas:
Incondicional.
Elsa Lorences de Llaneza
elsalorences@yahoo.com.ar
Publico hoy este poema y su correspondiente fotografía porque después de tres años de guardarlo por pudor, por emoción, me pareció que este era el momento especial. Hoy es el Cuerpo y la Sangre del Señor. Solo Él pudo hacer este milagro que yo agradezco desde lo más profundo de mi corazón. Juro que el Sacerdote no tenía en sus manos más que agua bendita. Dios bendiga con sus Diosidades a todos los que lean esto. Bendiciones Elsa Lorences de Llaneza.
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