Veo los amplios campos anegados
después de la serena y persistente
lluvia
agradecida la Tierra se despierta
harta de plenitud, radiante de
hermosura.
Agua que simbolizas donde nace la
Vida,
donde todo se vuelve más puro y
transparente,
realiza en mí el milagro de volver a
creer
y sentir que es posible sonreir
nuevamente...
aunque el cielo no brille, aunque no salga el
Sol
y sienta el hondo surco, "herida de
dolor"
con la firme esperanza de un tiempo nuevo y
bello
que es anhelo del alma, sueño del
corazón.
Sigo aguardando el día en que se haga la
Luz
que alumbre aquel "Camino" de expresar lo que
soy
sin dar explicaciones, sin culpas ni
temor
sabiendo que es lo único que al fin tiene
valor.
Susana Mirta Piñeiro de
Valli
Plottier (Prov. del
Neuquén)
Gracias Susana. Muy bueno.
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