A principios
del siglo IV, Santa
Elena, la madre de Constantino el Grande,
se dedicó a la arqueología. En Persia hizo su hallazgo más importante: encontró unos
huesos que identificó como los de los Reyes Magos. Llevó las
reliquias a Constantinopla desde donde, en el siglo V, fueron trasladadas a Milán.
En Italia reposaron durante muchos siglos hasta que en 1164 las tropas del
emperador alemán Federico I, conocido como Barbarroja, asaltaron y saquearon
la ciudad. Esta operación fue encabezada por el arzobispo de Colonia, Alemania.
Él se apoderó de las reliquias y las
transportó en forma clandestina unos mil kilómetros hacia Colonia.
Catedral de Colonia |
En
honor a las reliquias, los coloneses encargaron al famoso orfebre Nicolás de
Verdún labrar el más grande y más
espléndido sarcófago de la Edad Media. El trabajo le tomó diez años. El relicario pesa 350 kilos y está adornado con figuras
de oro, plata y piedras preciosas, entre ellas los tres Magos, la virgen María y 28
profetas y apóstoles.
Para darle al sarcófago un digno lugar, en 1248 empezaron
a construir la
catedral de Colonia, que hoy día sigue siendo una de las más grandes
del mundo. Aunque las reliquias eran de origen dudoso, Colonia se convirtió a
través de los siglos, junto a Roma y Santiago de Compostela, en uno de los grandes
centros de peregrinación. En 1981 el Papa Juan Pablo II visitó la catedral y se
arrodilló ante el sarcófago.
Sarcófago de los Magos en la Catedral de Colonia |
gracias chicas buena información FELICIDADES
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