-Pedro, Pedro, vení – Llamaba
Olga su nieto.
Ella quería que la ayudara
a sostener la escalera porque quería ver en lo alto del placard si encontraba
una pelota para que Pedro jugara en el patio.
Pero Pedro iba y venía y
no le prestaba atención, por lo que decidió arriesgarse y subir sin ayuda.
Nada, no había ninguna
pelota sobre el placar, habría que ir a comprarla.
Ya iba a bajar, cuando de
golpe sus ojos tropezaron con un retrato de su mamá que ya no recordaba.
Bajó la escalera
apresurada con el cuadro, buscó un clavo y un martillo y en un lugar preferencial lo colgó a la
vista de todo el mundo. La mamá luce en la foto esbelta, hermosa, digna de
admirarla. Gracias a su Pedro querido
encontró la foto olvidada de su madre.
Gracias mamita por tanto
amor que me diste siempre, murmura Olga emocionada.
Olga
Zajac
Gracias Olga por tu compartir.
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