Simbiosis de nostalgia y alegría
es este sentimiento renovado
al oír las campanas que despiden
un año más del viejo calendario.
Se estruja el alma al volver la vista
a los sueños y anhelos que quedaron
suspendidos en redes de imposibles
caleidoscopios de colores mágicos.
Sin embargo existe un "todavía"
muy pronto a florecer esperanzado
en un redescubrir de la Poesía
que eclosiona dichosa con su canto.
Mi alma se detiene en los silencios
intangibles de un envolvente bálsamo
y empieza a navegar ilusionada
en un barco llamado NUEVO AÑO.
Todo es misterio en este mar profundo
pero vale la pena navegarlo.
Tal vez DIOS nos conduzca por la senda
del AMOR todavía inalcanzado.
Marta Torres Jorajuría
(uruguaya)
Muy bueno Marta. Feliz Año Nuevo.
BELLÍSIMO
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