SANTA CECILIA PATRONA DE LA MÚSICA. ELSA LORENCES DE LLANEZA PUBLICADO POR "FAMILIA" REVISTA DIGITAL DE LAS HERMANITAS PAULINAS

 

 

 

SANTA CECILIA, patrona de la música - 22 de noviembre (Escrito por Elsa Lorences de Llaneza)

El 22 de noviembre se celebra el día de Santa Cecilia, Patrona de la Música.

Contar su biografía se hace muy difícil porque hay mucho de Mito y pocos datos precisos en lo que corresponde a su vida.

Algo se ha podido reconstruir gracias a las Actas de la Santa, pero tanto la fecha de su nacimiento como la de su muerte quedaron en la nebulosa. Sí, se sabe que nació en Roma de una familia acaudalada y que su nombre completo era Saint Cecilia.

Las Actas canónicas de la Santa, fueron halladas en el año 480 d.c.

Cecilia nació en el seno de una familia noble de Roma. Solía hacer penitencia y siendo muy chica consagró su virginidad a Dios. Su madre también era cristiana, no así su padre, dado que en aquellas épocas el cristianismo estaba prohibido.

La obligaron a casarse con un noble joven pagano llamado Valerius (Valeriano) Se cuenta que, en la fiesta de matrimonio, mientras la gente bailaba y celebraba, Cecilia, escondida tocaba el órgano y le cantaba a Dios.

Cuando la pareja se retiró a la cámara nupcial, Cecilia le dijo a Valeriano que ella había entregado su virginidad a Dios y que un ángel celosamente guardaba su cuerpo, por consiguiente, Valeriano debía de tener cuidado de no violarla. Él le pidió ver el ángel y Cecilia lo envió junto a la tercera piedra miliaria de la vía Apia, dónde se encontraba el Papa Urbano I.

Valeriano, fue al encuentro de Urbano y el Papa lo bautizó. Luego regresó como cristiano ante Cecilia y es entonces cuando se les aparece un ángel y los coronó con rosas y azucenas.

Cuando Tiburcio, el hermano de Valerio, se acercó a ellos también fue convertido al Cristianismo y a partir de allí vivió con ellos en la misma casa en completa pureza.

Ya comenté que el Cristianismo estaba prohibido, por lo que, cuando el Prefecto Tiburcio Almaquio, al enterarse, condenó a ambos hermanos a la muerte. El Prefecto Máximo, designado para efectuar la sentencia, también se convierte y sufre el martirio con los dos hermanos.

Cecilia, enterró los restos de los tres en una tumba cristiana.

Ella también fue buscada por los funcionarios del Prefecto y condenada a morir ahogada en las termas de su propia casa y mientras el horno estaba al rojo vivo Cecilia le cantaba a Dios. Como sobrevivió, la pusieron en un recipiente da agua hirviendo pero también permaneció ilesa en su ardiente cuarto. Por eso el prefecto Almaquio decidió que la degollaran allí mismo. El ejecutor dejó caer su espada tres veces en su cuello, pero no logró separar la cabeza del tronco. Cecilia vivió tres días más. Tenía muchas visitas y dio limosnas a los pobres. Además, dispuso que su casa, debía dedicarse a un templo.

El Papa Urbano I la enterró en la catacumba del papa Calisto I (155-22) donde se sepultaban a los obispos y los confesores.

Los tres mártires: Valeriano, Tiburcio y Máximo, mencionados en las Actas, tienen quizás algún fundamento histórico. Fueran enterrados en las catacumbas de la Vía Appia y sus tumbas se mencionan en el Antiguo Trinaria peregrino. Su fiesta está fijada para el 14 de abril.

Alrededor del Año 821, el Papa Pascual I (8l7-824) hizo demoler la humilde Iglesia del barrio del Trastévere de Roma y la reconstruyó con gran esplendor.

Allí trasladó los restos de Cecilia, Valeriano, Tiburcio y Máximo y también los de los Papa: Urbano y Lucio. Puso todos estos restos bajo el Altar Mayor de la Iglesia de Santa Cecilia en el Trastévere.

En 1599 Setecientos ochenta años después, el Cardenal Pedro Emilio Sfondrato, en ocasión del Jubileo del año 1600, escribió que, durante la restauración de la Basílica había abierto el Sarcófago de Santa Cecilia y la había encontrado incorrupta y en la misma posición descrita por el Papa Pascual.

La Iglesia Católica, incluyó a Cecilia en la Plegaria Eucarística I de la misa entre los Santos Mártires conmemorados en el Canon de la misa.

Santa Cecilia tiene un Himno que consta de tres secciones, cada una de las cuales termina con una invocación que reconoce a Cecilia como Patrona de la Música y le ruega que la inspiración musical sea un puente ante lo finito y lo infinito.

No existen pruebas de hecho que demuestren su protección espiritual en el que se la defina como Patrona de la Música.

Pasaron más de 1000 años para que Cecilia fuera proclamada con ese título.

En el año 1594 el Papa Gregorio XIII la canonizó y le dio oficialmente el nombramiento por haber demostrado una atracción irresistible hacia los acordes melodiosos de los instrumentos.

Su espíritu sensible y apasionado por este arte, convirtió así su nombre en símbolo de la música.

Con los siglos, la figura de Santa Cecilia permaneció venerada por la humanidad con ese padrinazgo. El 22 de noviembre, señalado por la tradición como el día de su muerte, fue adoptado en muchos países como el Día de la Música.

Saludamos pues a aquellos artistas músicos para que Santa Cecilia los proteja en su día y siempre.   Amén. 

                                                                       Elsa Lorences de Llaneza

Mil gracias queridas Hermanas Paulinas por publicarme mi trabajo. Que Santa Cecilia proteja a todos los músicos y ustedes cuídense mucho. Dios las bendiga. 

                                                        Elsa Lorences.