“YO” TE HABLO MADRE MÍA
Sonido de voz en sangre alcanza a escuchar la mente y busca a su alrededor más no consiguen ver sus ojos, quien es el dueño del tono. ¿Serán duendes? Sé pregunta la morena piel de almendras. Un movimiento leve en su entraña la estremece y llega hasta su conciencia un calor que la transita de los pies a la cabeza. Yo te hablo madre mía, búscame en tu corazón, allí me pusiste vos cuando entre sexo y amor sin querer me diste vida. Sí no existes todavía, ¿cómo es que puedes hablarme? ¿Crees que no existo?, tócate el vientre madre y sabrás que un corazón aunque sea pequeñito, latiendo dentro tuyo te avisa que sí existo y que crece sin medidas mi amor por ti de hijo. Temblor de volcán interno sacude al cuerpo aún en celo, jamás pensó al entregarse a los brazos de su dueño que esa voz la llamaría, ¡MADRE! antes de tiempo. Siente los senos calientes de futura leche tibia y en instinto maternal lleva sus manos a ellos para cuidar que no falte a su niño el alimento. De pronto la rebeldía le brota dentro del pecho y su boca aciruelada emite palabras que se ha de llevar el viento. Sí yo no pienso tenerte, ¡ni loca que estuviera! Ser una madre soltera causa escándalo en la gente y la familia te aleja como a un enfermo de peste. ¿Y mi amor, madre querida, mis caricias, mis miradas, mi dolor, mis alegrías y las tantas que te daría, no te importan madre mía? Ni padre tendrás mi niño ¿quién te protegerá de tus seguras caídas? Tú, cómo lo haces ahora nada más pido y la vida. Ansío mirar por fuera tu figura de bambú, sentir de tu piel aromas de sándalos y orquídeas, en tu melena azabache esconder mis travesuras, con mis caricias borrar la vergüenza de tenerme cincelándote el orgullo cuando en tus brazos me lleves y lo qué es más importante darte mi amor para siempre, jamás he de abandonarte si te permites tenerme. En fetal pose se acuesta sobre la tierra alfombrada en verde, mira al cielo azul celeste, se abraza con gozo al vientre como si al niño tuviera y a su vez él la abrazara. Entre lágrimas le habla al viento de sus adentros para que lleve el mensaje, nacerás mi pequeñuelo, he de cantarte mil nanas para arrullarte en tus sueños, habré de callar con besos tus llantos de desconsuelos, seré padre y madre según lo que necesites, tu árbol de frutas y tu rosa terciopelo, tú serás mi amor eterno y mi mundo hecho futuro. Tú vida me darás hijo, ese será mi premio. Madre GRACIAS mira al cielo y al Trono del Altísimo. ¿Qué esperan que acontezca? ¿Se ha perdido el temor a nuestro Padre Celestial. Se olvidan de la vos de Saulo al decir “Cuando soy débil soy fuerte”. Desconocen que no hay nada más sañudo en este mundo que cuando los ultrajados se enfurecen. Madre nunca dejaremos de gritar, como cuando Aquél nos mandó a matar procurando interferir en los planes del Altísimo. Madre, resiste, CREO EN DIOS Y EN TI.
Dr. Jorge Bernabé Lobo Aragón
Hermoso Doctor. Mil gracias. Le deseo unas hermosas fiestas junto a su familia y a cuidarse. Bendiciones. Elsa Lorences.
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