8 DE DICIEMBRE
Dos ancianos de fiel casta judía,
Ana y Joaquín, imploran a la Altura
tener la Sacratísima Ventura
de un Hijo concebir con alegría.
Si el Cielo les responde y se lo envía,
habrán de consagrar a la Criatura
(para que sea eternamente pura)
al Dios de sus mayores... Llega el día.
Ana en su seno, que es total albura,
Sin Mancha siente que está allí María
y esta Noticia al buen Joaquín le augura.
Nueve meses transcurren. Y una fría
mañana de septiembre, entre dulzura,
nace la Inmaculada Virgen Pía.
¡Que la Virgencita nos cuide!
Con cariño,
Eduardo Gury
Tierno poema Eduardo. Mil gracias. Te necesitamos más seguido. Bendiciones Elsa Lorences.
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