UNA HUMILDE CUNA
Coloque el niño en tus manos arrugadas, sin fuerzas.
Lo tomaste con infinita ternura, besandolo, acariciandolo,
como el tesoro mas preciado, mirando sin ver,
tu rostro iluminado.
La cunita que formaste en la cuenca
de la palma ya temblorosa ,
se regaron con tus lagrimas de gozo.
Jose y Maria admirados sin comprender
el amor que le brindan a su pequeño Hijo.
Ya se acerca la hora,
el momento de tener a Jesus bebe
en nuestras manos dejemos todo por El.
En soledad intimamos adorando al recien nacido
que vino a dar luz a sus corazones.
MARIA ALICIA ALTAMIRANO
Gracias María Alicia por tu primer colaboración al Blog. Dios te bendiga. Bienvenida. Elsa Lorences de Llaneza
No hay comentarios:
Publicar un comentario