miércoles, 15 de julio de 2020

COLABORACIÓN: CARLOS OBREQUE DIÁCONO DE LA IGLESIA NEUQUINA

En nuestro dolor,en nuestra angustia, en la desesperación. Cuando las lágrimas nublan nuestra mirada, llamemos a Jesús.Él que sabe lo que es sufrir, con su Corazón tierno y misericordioso, calmará nuestras heridas del alma y del cuerpo. 🙏  AMÉN.

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