El cardenal Poli pidió la protección de la Virgen del Carmen
Con una misa presidida por el arzobispo de Buenos Aires y cardenal
primado de la Argentina, Mario Aurelio Poli, en la catedral
metropolitana, la Iglesia porteña celebró el 16 de julio a la Virgen del
Carmen, advocación de especial devoción en la arquidiócesis: cuatro
parroquias llevan su nombre, y cuatro también son los conventos de
Carmelitas Descalzas. Además, varias congregaciones religiosas femeninas
de vida activa están inspiradas en esta advocación y distintos colegios
religiosos también tienen por titular a la Virgen del Carmen.
Concelebraron la Eucaristía, dedicada a pedir especial protección a la Virgen del Escapulario, los sacerdotes de esas parroquias: presbítero Marcelo Pettinaroli, de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, de Villa Urquiza; presbítero Gastón Colombres, párroco de la comunidad de Ciudad Oculta; presbítero Pedro Figura, párroco de Nuestra Señora del Carmelo, en Recoleta; y presbítero Marcelo Falcón, de la parroquia Nuestra Señora del Carmen de la vicaría Centro, quien tuvo a su cargo la homilía.
En su reflexión, señaló que la Liturgia muestra una situación difícil para los israelitas, que volvían del destierro y se encontraban con una ciudad destruida, en ruinas, que era necesario reconstruir. “En muchos reinaba el desaliento, el miedo, y Dios, por medio de Zacarías, animó a aquella gente para que no bajaran los brazos, los animo a confiar en el amor de Dios que no los abandonará”.
“Muchos de ustedes seguramente recuerdan la historia de la Virgen del Carmen y saben que el nombre que damos a la Virgen se relaciona con ese lugar de la tierra de Jesús, de la Tierra Santa, que es el monte Carmelo, es el lugar donde vivió el profeta Elías”, explicó. “Por eso a la Virgen del Carmen le decimos también Nuestra Señora del monte Carmelo”.
“El profeta Elías también vivió en tiempos difíciles: en el país se sufría una gran sequía, y cuenta la biblia que Elías se postró, oró a Dios insistentemente y obtuvo de Dios la lluvia tan esperada, tan necesaria, porque Dios no abandonó a su pueblo”, comparó el sacerdote.
Esperemos que Dios escuche a su pueblo en Argentina y en todos los países del mundo y termine con esta pandemia. Te lo rogamos Señor. Elsa Lorences.
Concelebraron la Eucaristía, dedicada a pedir especial protección a la Virgen del Escapulario, los sacerdotes de esas parroquias: presbítero Marcelo Pettinaroli, de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, de Villa Urquiza; presbítero Gastón Colombres, párroco de la comunidad de Ciudad Oculta; presbítero Pedro Figura, párroco de Nuestra Señora del Carmelo, en Recoleta; y presbítero Marcelo Falcón, de la parroquia Nuestra Señora del Carmen de la vicaría Centro, quien tuvo a su cargo la homilía.
En su reflexión, señaló que la Liturgia muestra una situación difícil para los israelitas, que volvían del destierro y se encontraban con una ciudad destruida, en ruinas, que era necesario reconstruir. “En muchos reinaba el desaliento, el miedo, y Dios, por medio de Zacarías, animó a aquella gente para que no bajaran los brazos, los animo a confiar en el amor de Dios que no los abandonará”.
“Muchos de ustedes seguramente recuerdan la historia de la Virgen del Carmen y saben que el nombre que damos a la Virgen se relaciona con ese lugar de la tierra de Jesús, de la Tierra Santa, que es el monte Carmelo, es el lugar donde vivió el profeta Elías”, explicó. “Por eso a la Virgen del Carmen le decimos también Nuestra Señora del monte Carmelo”.
“El profeta Elías también vivió en tiempos difíciles: en el país se sufría una gran sequía, y cuenta la biblia que Elías se postró, oró a Dios insistentemente y obtuvo de Dios la lluvia tan esperada, tan necesaria, porque Dios no abandonó a su pueblo”, comparó el sacerdote.
Esperemos que Dios escuche a su pueblo en Argentina y en todos los países del mundo y termine con esta pandemia. Te lo rogamos Señor. Elsa Lorences.
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