Autorizo a Elsa a publicar este poema en su Blog.-
FECUNDIDAD
Si me alejo de Tí mi dulce Amado
y no sigo las huellas que has dejado,
detén mi marcha y vuélveme a Tus pasos.
¡No permitas que camine en vano!
Y si mis ojos ya no miran extasiados
la humanidad de un Dios que se ha encarnado,
oscurece toda luz que me encandile
y entre las sombras házme sentir Tu Abrazo.
Cuando endulcen mis oídos otras voces
con promesas de un bienestar mundano,
haz resonar la Tuya y como un grito
se haga en mí más fuerte Tu llamado.
Que tenga hambre de Tu Pan y Tu Palabra
y cada gesto Tuyo en mí se encarne.
Pueda por siempre ser fecunda en mis hermanos
y en sagrarios humanos adorarte.
Susana Mirta Piñeiro de Valli
Plottier (Prov. del Neuquén)
Hermoso Susana: Creo que es lo que nos falta: Ser fecundos en los hermanos. Dios te bendiga. Elsa.
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