EL OLVIDO
Ya he olvidado besarte como en los cálidos tiempos,
al arrullo de la vida, cuando el amor era bello,
también mi piel te ha olvidado, tu tacto ya se ha perdido
es un rastro confundido a las sombras del pasado.
Tus labios también he olvidado, y tu sonrisa, tu pelo
y tu beso, esa húmeda caricia que era parte de mi vida;
y como bien sé que tú nunca has de volver,
Ya he olvidado besarte como en los cálidos tiempos,
al arrullo de la vida, cuando el amor era bello,
también mi piel te ha olvidado, tu tacto ya se ha perdido
es un rastro confundido a las sombras del pasado.
Tus labios también he olvidado, y tu sonrisa, tu pelo
y tu beso, esa húmeda caricia que era parte de mi vida;
y como bien sé que tú nunca has de volver,
solo me quedó olvidarte,
tal vez yo esté equivocado, pero quiero convencerme.
Y aunque mucho lo he intentado,
el dulce sabor de tu beso en los momentos amables,
de ese, aunque yo quisiera, no podría nunca olvidarme,
es cual tatuaje muy hondo desde la piel hasta el alma
Eduardo Martínez Zendejas
Y aunque mucho lo he intentado,
el dulce sabor de tu beso en los momentos amables,
de ese, aunque yo quisiera, no podría nunca olvidarme,
es cual tatuaje muy hondo desde la piel hasta el alma
Eduardo Martínez Zendejas
México
Mil gracias Eduardo por permitirme publicar tus poemas. Bendiciones Elsa.
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