¿Qué enseñan en el curso de exorcismo que imparte el Vaticano?
Desde hace 13 años el Vaticano imparte un curso de exorcismo
que cada vez despierta más interés por la creciente demanda de
especialistas a lo largo del mundo. Durante la pasada semana, la
Universidad Pontificia Regina Apostolorum, en Roma, impartió una nueva
edición en la que los inscritos aprendieron cosas muy útiles a la hora
de exorcizar a un poseído como qué decirle al demonio para que salga y cómo distinguir a un enfermo de alguien con el diablo dentro.
La matrícula costaba, según informan en la versión en castellano de The New York Times, unos 300 euros (250 más si se requiere del servicio de traducción simultánea para no perderse nada del contenido). Aunque Exorcismo y Oración de Liberación no es un seminario exclusivo para sacerdotes -250 procedentes de 50 países se inscribieron según BBC Mundo-, lo cierto es que solo quienes han tomado los hábitos pueden practicar un exorcismo. El resto, aunque hayan completado el curso, solo pueden asistir como testigos o apoyo del sacerdote. Además, para participar en el seminario necesitaban una carta del obispo de su diócesis.
Pasado el trámite del pago de la matrícula, lo que los alumnos aprendieron, muchas veces en formato de clases magistrales, abarca un temario muy amplio y variado. Por ejemplo, se les enseñó a distinguir a una persona poseída por un demonio de una que esté enferma mentalmente. Se trataron aspectos de teología, psicología y antropología con temas dedicados a la brujería en África o una guía organizada en pasos para saber cómo expulsar a un demonio.
Las clases las dan curso tras curso expertos en la materia con años de experiencia y muchos exorcismo a sus espaldas. Entre ellos, por ejemplo, el cardenal albanés Ernes Simoni quien, con 89 años, a veces no puede desplazarse para visitar a un poseído y lo hace vía teléfono móvil pronunciando las oraciones en latín pertinentes. “Me llaman y hablamos. Así es cómo lo hago”, explicó ante su auditorio. En cuanto a qué decir o cómo dirigirse a Belcebú, Somini señala “cállate, Satanás” como una frase muy útil en estos casos.
La matrícula costaba, según informan en la versión en castellano de The New York Times, unos 300 euros (250 más si se requiere del servicio de traducción simultánea para no perderse nada del contenido). Aunque Exorcismo y Oración de Liberación no es un seminario exclusivo para sacerdotes -250 procedentes de 50 países se inscribieron según BBC Mundo-, lo cierto es que solo quienes han tomado los hábitos pueden practicar un exorcismo. El resto, aunque hayan completado el curso, solo pueden asistir como testigos o apoyo del sacerdote. Además, para participar en el seminario necesitaban una carta del obispo de su diócesis.
Pasado el trámite del pago de la matrícula, lo que los alumnos aprendieron, muchas veces en formato de clases magistrales, abarca un temario muy amplio y variado. Por ejemplo, se les enseñó a distinguir a una persona poseída por un demonio de una que esté enferma mentalmente. Se trataron aspectos de teología, psicología y antropología con temas dedicados a la brujería en África o una guía organizada en pasos para saber cómo expulsar a un demonio.
Las clases las dan curso tras curso expertos en la materia con años de experiencia y muchos exorcismo a sus espaldas. Entre ellos, por ejemplo, el cardenal albanés Ernes Simoni quien, con 89 años, a veces no puede desplazarse para visitar a un poseído y lo hace vía teléfono móvil pronunciando las oraciones en latín pertinentes. “Me llaman y hablamos. Así es cómo lo hago”, explicó ante su auditorio. En cuanto a qué decir o cómo dirigirse a Belcebú, Somini señala “cállate, Satanás” como una frase muy útil en estos casos.
Este curso impartido por el Vaticano lleva en vigor desde 2005 y desde entonces ha duplicado el número de asistentes. En su mayoría, clérigos, pero también laicos que quieren obtener su certificado de “exorcista auxiliar”. Según publican en BBC Mundo, en Italia han calculado que en torno a medio millón de personas requieren de estos servicios anualmente.
La demanda de exorcistas ha aumentado tanto que no solo crecen los alumnos en el Vaticano, sino que diócesis como la de Sicilia y la de Chicago han creado sus propios cursos para abastecer tal solicitud de expertos en la materia.
Ya era hora. Cada vez quedaban menos Exorcistas porque solo lo hacían algunos sacerdotes y estos se fueron muriendo.
La demanda de exorcistas ha aumentado tanto que no solo crecen los alumnos en el Vaticano, sino que diócesis como la de Sicilia y la de Chicago han creado sus propios cursos para abastecer tal solicitud de expertos en la materia.
Ya era hora. Cada vez quedaban menos Exorcistas porque solo lo hacían algunos sacerdotes y estos se fueron muriendo.
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