Fuga
La fuga del tiempo me estremece.
Cuántos ocres otoñales, cuántos octubres de glicinas fragantes,
cuántas lumbres de enero conocieron nuestros pasos…
Cuántos senderos guardaron el latido ferviente de las almas enlazadas
que el trepidar silente de los días se llevó como el viento en las mañanas…
Habrá un día, una hora, un instante en que las flechas del destino
tensen el arco de la vida y preanuncien el regreso al origen
que la Mano del Creador ha cincelado desde siempre.
Entonces será el adiós fraguado por la deriva inexorable de los años.
Pero quizás aún es tiempo, amor.
Tiempo de mirarnos con la misma pasión del primer día
y enredarnos en besos que los años no olvidan ni desgastan.
Todavía es hora de andar juntos las calles de la vida
aunque en lo profundo ya palpite una sombra temblorosa de nostalgias.
Lidia Dellacasa de Bosco
(de mi libro: “Elogio de la Palabra”).
Hermoso y delicado poema que va desojando un amor que tiene un tiempo que solo Dios sabe. Fuerza y bendiciones querida Lidia. Elsa Lorences de Llaneza.
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