SALIÓ PUBLICADO EN LA REVISTA ARISTOS INTERNACIONAL "EL MAR FUENTE DE VIDA" ELSA LORENCES DE LLANEZA (ARGENTINA)
EL MAR FUENTE DE VIDA
VIVENCIAS
Elsa Lorences de Llaneza
Argentina
El mar. Bravío o sereno, azul a veces, otras de aguas verdes. Maravillosa belleza que atrae la mirada.
Para mí, el mar, era una posibilidad
de vacaciones cuando mis hijos eran chicos. El correr por la playa y
hacerle frente a las olas, era el mayor divertimento de los niños. En
cambio a mí, lo que más apreciaba, era ver salir el sol detrás de la
aguas en la mañana y luego por la noche ver salir la luna. ¡Dios! ¡Qué
espectáculos embelesadores! Solo por esto valía la pena haber viajado
tantos kilómetros.
Eso era todo lo que sabía del mar. Nunca había oído hablar que sus aguas tuvieran propiedades curativas.
Si sabía de sus propiedades de
alimentación, dado que lo que más me divertía era juntar almejas o
ensayar la pesca y luego entretenerme haciendo ricas y saludables
comidas, muy aconsejadas por los médico dado que, ellos comentan que el
pescado y derivados es el alimento más sano para el ser humano. Pero
aquí se terminaba mi sapiencia.
Jamás pensé que el agua de mar era
una fuente de vida. Pude averiguar que en el año 1902 un sabio francés
René Quintón, olvidado en nuestro tiempo, salvó la vida de miles de
niños, cuando el cólera se extendía en Egipto, solo inyectándoles agua
de mar. Este sabio descubrió que el agua de mar, servía para limpiar
nuestro organismo y curar enfermedades al dejar nuestro cuerpo alcalino.
La verdad que me asombra los
maravillosos poderes del mar sobre nuestra vida. Una lástima que recién
me entere cuando ya no estoy para poder viajar, llegar al mar y probar
sus aguas.
Claro que, en estos momentos, en que
no estamos cuidando el medio ambiente y tiramos en el mar todo tipo de
basura, no sea el momento, ni las condiciones de tomar sus aguas.
El ser humano está desaprensivo con
el planeta. No se da cuenta de la cantidad de peces que están muriendo,
que los glaciares se están derritiendo. Que casi todas las especies de
animales están desapareciendo unas más que otras y que cuesta un montón
conservarlas.
Sin hablar de la vegetación con la quema
de su flora y de sus árboles, haciendo desaparecer con esto una fuente
extraordinaria de oxígeno tan necesaria para los seres humanos. Pero
creo que esto ya sería para otro capítulo.
Elsa Lorences de Llaneza
Argentina.
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