Volar sin alas
Existe un extraordinario lugar,
albergue de lágrimas y vapor,
grumo de nubes, camino sin rieles,
despojado de miedos…
Acrisoladas penas,
en duras circunstancias,
restauradas en sal;
agitadas por viento arrollador,
o por el mundo en tropel de vaivenes
que allí encuentran su sitio preferido.
Los ojos de obnubilados viajeros,
buscan detrás de la excusa banal…
Es por eso que arriesgan,
y atraviesan enigmas milenarios,
para llegar a misterioso destino,
en silente aletear del corazón,
succionados por destellos de paz.
Nunca viajamos solos
al franquear la intemperie,
o el peso vacilante de emociones.
Alguien puso durmientes…
para orientar el rumbo,
para que descubramos al final,
la luminosidad de la esperanza;
y aunque no descendamos
en sinfín de estaciones,
sin ligaduras, podamos optar…
¡Alfarero del tiempo,
que impulsa la defensa de la vida
y nos da la libertad de soñar,
al construir conexiones de confianza…
en el remoto intento de volar!
Nelli Esther Vichich
Y lo vas a conseguir Nelli. La esperanza está en este poema. Bendiciones y gracias.
Elsa lorences de Llaneza
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