PASCUA
Estaba muerto. Estaba confinado
en la hermética tumba pétrea y fría.
Brutal había sido Su agonía
tras ser en los maderos enclavado.
Murmuraban: "Ya todo ha terminado.
Cesó nuestra esperanza en este día.
Cristo no vive más. Lo que decía
de Su Reino con Él fue sepultado".
En el pueblo la fe se desleía.
Qué decepción, qué gemebundo estado
de la gente que lágrimas vertía...
("¡Pero el Domingo", exclamo, "ha comenzado!
¡La mañana es de Luz! ¡La muerte impía
se rinde ante Jesús Resucitado!”)
¡Felices Pascuas!
¡Un gran abrazo y que Jesús Resucitado te bendiga!
Con cariño,
Eduardo Gury
Mil Gracias Eduardo. Igualmente. Dios bendiga tu hacer. Elsa Lorences.
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