Una
de las maravillas de la Pascua de Resurrección es que es sucedida por
la Fiesta de la Divina Misericordia, el Domingo siguiente a Pascua. Esto
fue revelado a Santa Faustina por el mismo Jesús, junto a las demás
devociones a la Misericordia Divina.
Empecemos
a unirnos ya a la unión entre la Resurrección del Señor, y Su Divina
Misericordia. Ambas cosas son lo mismo, dos caras de la misma moneda.
¿Lo comprendes?
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