Feliz Pascua de Resurrección, Hermanos, en la esperanza de Jesús.
HIJOS DE LA ALEGRÍA
Desde la cruz, llave del cielo,
tres clavos le bastaron
a la victoria del sacrificio.
Tres clavos y una carne,
a la intemperie del misterio.
El estupor del centurión
ante la criatura suspendida,
entre el calvario y las estrellas,
atraviesa el temblor de los siglos.
La tiniebla claudica
frente al Reino Crucificado.
El rocío de su herida
desciende al cáliz de nuestra llaga.
La muerte hecha de barro y laureles
por la medida humana,
redimida a imagen
y semejanza del milagro.
El hombre es la palabra
de rodillas hacia Dios:
“Hágase la alegría”,
y la Resurrección sucedió.
Somos los hijos de la Pascua
y de la alegría del Nuevo Adán.
Quién quiera oír, qué oiga.
Bosco Ortega
Bello Bosco. Sí, hoy empiezan los días de la alegría. Bendiciones. Elsa Lorences.
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