El
siguiente
y último gran momento de nuestra peregrinación, tuvo lugar durante
nuestra visita a Asís, donde, además de rezar ante la tumba de
Francisco, mi
padre, pudimos escuchar la Santa Misa y comulgar en la Porciúncula, que
fuera la cuna de la Orden de los Frailes Menores (Franciscanos), y más
tarde
hacer un largo rato de oración, y también verter abundantes lágrimas
casi solos en
el dulce silencio de un atardecer, apoyada la espalda contra aquellas
piedras,
testigos tantas veces de la oración y el llanto del “Poverello”, que se
dolía
en ella de la Pasión de Cristo, y de que “el Amor no fuera amado”.
Es
éste un párrafo de mi último libro
(editado), en el que relato momentos de la peregrinación que hicimos con
mi
esposa en 2012 por Tierra Santa, Roma y Asís. ¡Nunca terminaremos de dar
gracias a Dios por las bendiciones recibidas en ese peregrinar. Fue una
verdadera fiesta. Una Pascua, con su Viernes Santo y su Domingo de
Resurrección. Te mando un
besote, amigüita, y cariños a Manuel.
Néstor Barbarito.
Néstor Barbarito.
Precioso Néstor. Me imagino allí y se me saltan las lágrimas. Que hermoso ese viaje amigo. Alguna vez esperamos que nos envíes algo más. ¿Dónde se puede comprar el libro? Bendiciones para vos y tu esposa.
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