"MAREJADA", Óleo sobre madera por Lisardo Pérez Varela |
NADA ES LO QUE PARECE
Nadie ha visto a la muerte...
pero su mano nos acaricia
para liberarnos.
Nadie ha visto su rostro...
pero su sonrisa sólo la ven
los que vuelan con el alma
y debe ser dulce
porque suspiran aliviados.
Nadie ha visto sus ropas...
pero ellas nos abrigan invisibles
como protegiéndonos
del mundo inhóspito y visible.
Nadie ha visto sus ojos...
pero deben estar llenos de paz
y de consuelo porque todos la ven
con los ojos cerrados del cuerpo
y los ojos abiertos del alma.
Nadie ha oido su voz...
pero debe ser armoniosa y calma,
porque todos se dejan guiar por ella
y sueltan su vestido de carne
para seguirla hacia un lugar mejor.
Nadie ha oido sus pasos...
pero debe ser discreta y silenciosa,
aún en medio del ruido, aún en medio
del más absoluto silencio,
porque lo que se lleva no pesa,
no se opone, no discute,
sólo nos desviste el espíritu
y lo lleva en sus brazos.
Nadie ha visto a la muerte
pero la Eterna Misericordia de Dios,
ha hecho que hoy,
pasara por aquí.
Gladys Pérez
(Esperando en un cuarto de hospital)
Queremos agradecer a TODOS aquellos que han rezado y nos han apoyado en la oración a la distancia. Es imposible explicar lo que sus intenciones personales y comunitarias nos ha ayudado. A pesar del desenlace tan triste, sentimos que nada fue en vano. MUCHAS GRACIAS AMIGOS!
Gladys, Damna y Marga
(Esperando en un cuarto de hospital)
Queremos agradecer a TODOS aquellos que han rezado y nos han apoyado en la oración a la distancia. Es imposible explicar lo que sus intenciones personales y comunitarias nos ha ayudado. A pesar del desenlace tan triste, sentimos que nada fue en vano. MUCHAS GRACIAS AMIGOS!
Gladys, Damna y Marga
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