Ay Patria mia...
horas de tristeza
cubren tu cielo
que insiste en ser
azul y luminoso.
La codicia de los hombres
nos lleva por caminos inciertos
y empequeñecen
nuestra esperanza.
No nos abandones
Patria querida
sostèn con firmeza
nuestra mano insegura
y guia nuestros
vacilantes pasos.
Recibe nuestra debilidades
y llèvanos por ese sendero
que tù conoces.
Recoge en tus manos
nuestros corazones
abandonados
y protègelos ante
el frio invierno de esta hora.
Ay Patria querida
no pierdas tu rumbo
aquì estamos llamàndote
en un grito desesperado,
soñando que llegas
con tus manos cargadas
de soles.
Autora
Inès Gallardo Grau
¡Ay Patria mía! Gracias Inés
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