Traías en tus ojos
un pedazo del cielo,
y en tus
cabellos,
un rayo del sol,
brillaba tu sonrisa,
como brilla una
estrella,
y tu voz, tan dulce,
atrapó mi corazón.
Yo pensé al
mirarte,
que tu serías buena,
y entonces, enseguida,
"mi ángel" te
llamé.
Así, eras de hermosa,
como un ángel del cielo,
pero, no eras
buena,
como yo me imaginé.
Así, sin conocerte,
te dije "mi
ángel",
y después de amarte,
"demonio", te llamé.
Guillermo
Magliarelli
Gracias Guillermo, el poeta romántico de Facebook. Dios lo bendiga.
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