“Nuestro Vuelo y Garabandal”
(Séptima
parte)
Como si fuera la eterna masa resplandeciente de
infinitas partículas y colores indefinidos que nos une desde siempre con mi
compañera de vuelo en los incomparables viajes comentados hacia Garabandal, percibimos desde el límpido
azul de las alturas una cinta refulgente como un cometa al final de su cuerda. Un
enorme cordón umbilical como la que une
al hijo con su madre serpenteaba como si fuera un sol que giraba sobre sí mismo.
En ella se reflejaban nítidamente las
apariciones de Fátima, de Akita, y concluía con las manifestaciones
en Medjugorje. Lugares sagrados es donde MARÍA nos señala de manera invariable con
bendecida anticipación que pronto será cumplida la anunciada intervención divina.
Desde ese cielo que nos envuelve y acaricia, divisamos la diminuta aldea
escondida en la montaña, con sus bucólicas costumbres y su vida austera y
campestre. El Poblado algo trasformado en su diaria rutina había cedido a una
autentica invasión de peregrinos buscando
en sus almas una luz que las ilumine y las convierta. La aparición de la MADRE DEL CIELO.
Su pequeño tamaño se encontraba
desbordado. La muchedumbre lo cubría todo, no hay descanso en el diario
trajín
de sus calles y sus pobladores buscan reparo en el interior de sus casas
que
muchas veces ofrecieron albergue al desamparado que buscaba y perseguía
afanosos
el MILAGRO. Desde aquel domingo en que
todo era festejo íntimo de unos aldeanos y unas niñas juguetonas que se
toparon con el ÁNGEL EMISARIO,
se fueron desmembrando los acontecimientos en aquellas humildes niñas
que
fueron elegidas. A partir de una
comunión que dejaría de ser invisible por su portento milagroso hasta
escuchar
las voces de incrédulos, curiosos y ávidos de noticias sobre cuál
sería la
voluntad de MARÍA. Hechos que marcarían sus AVISOS para hacernos
comprender que
rumbo tan delirante habíamos emprendido. Quizás, desde nuestra dimensión
etérea,
podíamos observar una suerte de luz
particular que rodeaba al valle. No era la influencia del sol. En
nuestro
desplazamiento cotidiano los días de lluvias y tormentas eran
sostenidos. Ese
día el Sol aparecía sobre el poniente como una enorme masa de fuego
radiante y refulgente.
Sus movimientos circulares y centellantes como una masa viva en la mano
del
altísimo presagiaban que algo maravilloso estaba por ocurrir. Nos
señalaba un camino, al que muchas veces los buscamos, inquietos,
con ansias suponiendo asombros y no nos dimos cuenta que muchas veces
ellos nos
llaman, se expanden, iluminan, nos hacen parte y comparten su grandeza.
Todo
camino tiene un significado y un mensaje solo es cuestión de detenerse,
descubrirlo y honrarlo como se merece. Esos caminos nos llamaron, se
mostraron,
nos permitieron los disfrutes, con la
suave brisa que nos orientó y el silencio que nos fue abriendo camino.
Agua,
cielo, verdes, sonrisas, palabras y milagros enaltecieron nuestras
almas. Es
que el amor siempre guarda sorpresas y a cada uno le prodiga una
distinta y las
va entregando con cautela. Nuestro
vuelo fue como construir una obra de
arte a la que cada día se le agregaban más elementos para hacerla casi
prodigiosa.
El encuentro, evidente signado por Dios nos permitió el compartir
sueños,
aventuras, presagios, dónde el espacio era y es nuestro recinto mágico.
Ahora
el tiempo le ha dado un color misterioso a nuestros escritos y una
paleta sutil pero
inolvidable al momento de plasmarlo. Hemos crecido, sosteniendo y
desvelando esta maravilla del milagro por la gracia del Espíritu que
decidió un día que recorriendo el universo nos pudiéramos tomar de la mano.
Descubrir que nos guían los mismos principios. Que sabemos de luchas pero
también de alegrías. Qué cuando nuestras Palabras se cruzan y arriban a destino
es un deleite leernos, acompañarnos, emprender el mismo itinerario sin nunca
habernos visto. No hace falta, son las almas que todo lo entienden, que todo lo
abarcan. Me inspiras, te inspiro, creamos, buscamos lo bueno y tratamos de contagiarlo,
desconociendo el egoísmo. Solo sabemos que el espacio es nuestro aliado y desde
él con generosidad nos arrojamos. Quizás hasta día en que Tata Dios corte según
su voluntad nuestro hilo o cordón de plata. Pero mientras tanto, seguimos en
vuelo...continuamos alabando...proseguimos agradeciendo lo que la vida nos da a
cada paso, porque aún en esta pandemia interminable que nos alcanza a todos, somos
dos seres afortunados esperando que sea cumplido el GRAN MILAGRO que sobrevenda y del que
seguiremos pregonando hasta el último día. Sabemos
y lo decimos que será el mayor Portento
de la historia, después de la Resurrección de Jesucristo. El propósito es el de conceder una última gran ayuda a los hombres
para su conversión. Si el mundo no cambia con esto, Dios permitirá una gran
tribulación y un Castigo de purificación universal.
Dr. Jorge Bernabé
Lobo Aragón
#Tucumán #Argentina
#España
Esas últimas palabras Jorge son de la Virgen Santísima que las dice en cada aparición. Pero el hombre no aprende. No las escucha y mucho me temo que ese castigo nos sobrevenga. Espero no estar aquí en esos momentos. Dios te bendiga Gracias por tu colaboración. Amén.
Elsa Lorences de Llaneza
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