Juan 14, 1-12
El evangelio de hoy comienza con la invitación a la calma: “no se inquieten”, en otras traducciones “no pierdan la calma”.
La calma es un corazón sereno y en paz, un corazón que confía.
“No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí”: creer es confiar. Este es el verdadero y fundamental sentido de la fe: la confianza.
Debemos de salir de una “fe mental” como asentimiento racional a una doctrina. Esta “fe mental” se denomina creencia y poco tiene que ver con la confianza. Leer más..
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