Las oraciones y símbolos de la Iglesia es el cordón umbilical que une a los católicos.
A lo largo de los siglos, oraron exactamente con las mismas palabras.
lOS CATÓLICOS NO PODEMOS VIVIR SIN ELLAS. SON CASI UN ACTO REFLEJO.
En la Biblia, la liturgia de la Iglesia, los escritos de los santos,
y en nuestros libros de oraciones favoritas podemos elegir entre
oraciones adaptadas a cada época del año y a cada etapa de nuestras
vidas.
Pero quizás una de las mayores dichas de recitar oraciones antiguas es la sensación de seguridad y confianza y la conexión que nos ofrecen.
Son puentes que nos unen a todos los
que recitamos estas oraciones con todas esas almas fieles, a lo largo
de los siglos, que oraron exactamente con las mismas palabras.
La oración mas querida por la Virgen, y la oración que los cristianos dicen con mas frecuencia.Nadie puede contar cuántos millones de avemarías se elevan al cielo cada día.Sin embargo, a pesar de su popularidad, le llevó siglos a esta oración desarrollarse. Esta oración está compuesta de dos partes.La primera surge de una doble salutación Extraida del Evangelio.1 – La salutación del arcángel Gabriel, enviado por Dios a fin de anunciar la divina maternidad de María: “Ave, llena de gracia, el Señor es contigo” (Lc. 1, 28); 2 – La salutación de Santa Isabel, prima de Nuestra Señora, que inspirada por el Espíritu Santo proclamó: “Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre” (Lc. 1, 42). A estas dos salutaciones fueron añadidas dos palabras para que ellas fuesen más distintamente enunciadas: María (Ave María…) y Jesús (de tu vientre, Jesús). Estas dos salutaciones dichas juntas eran todo el Ave María durante más de mil años El primer documento escrito en que aparece el uso de la salutación del ángel es la Homilía de un cierto Theodoto Ancyrani, fallecido antes del año 446. En ella es explícitamente afirmado que, impelidos por los palabras del ángel, decimos: “Ave, llena de gracia, el Señor es contigo”. En cuanto al saludo de Santa Isabel, aparece unido al del ángel alrededor del siglo V. Las dos salutaciones conjugadas ya se encuentran en las liturgias orientales de Santiago (en uso en la Iglesia de Jerusalén), de San Marcos (en la Iglesia Copta) y de San Juan Crisóstomo (en la Iglesia de Constantinopla). El nombre María fue añadido a las palabras del ángel, en Oriente, alrededor del siglo V, según parece, en la liturgia de San Basilio. En Occidente, no obstante, parece que esto ocurrió aproximadamente en el siglo VI, al figurar en una de las obras de San Gregorio Magno, el Sacramentario Gregoriano. El nombre Jesús fue añadido a las palabras de Santa Isabel probablemente un siglo después, en Oriente, figurando por primera vez en cierto Manual de los Coptos, tal vez en el siglo VII. En Occidente, sin embargo, el primer documento que registra el nombre del Redentor es la Homilia III sobre María, madre virginal, de San Amadeo, obispo de Lausana (Suiza, aproximadamente en 1150), discípulo de San Bernardo. La segunda parte de la oración (Santa María, etc.), la súplica, ya era empleada en la Letanía de los Santos. En determinado códice del siglo XIII, de la Biblioteca Nacional Florentina, que perteneciera a los Siervos de María del Convento de la Beata María Virgen Saludada por el Angel, en Florencia, se lee esta oración:
“Ave
dulcísima e inmaculada Virgen María, llena de gracia, el Señor es
contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto
de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, madre de la gracia y
de la misericordia, ruega por nosotros ahora y en la hora de la muerte.
Amén”.
Pero no fue hasta el siglo XV que los católicos añadieron formalmente la última parte de la oración,
“Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén”
La
fórmula precisa del AveMaría como es rezada hoy, se encuentra por
primera vez en el siglo xv, en el poema acróstico del venerable
Gasparini Borro O.S.M.El Papa San Pío V aprobó formalmente el Ave María completo en 1566, y los católicos la han estado recitando de este modo desde entonces.
El Ave María se convirtió en un saludo entre los cristianos.
Pero además de usar las palabras del Ave María como un saludo, muchos cristianos mostraban una señal de reverencia a su nombre.
Durante la Reforma,
muchos opositores de la Iglesia Católica acusaron a los católicos que
su recitación del Ave María no era una oración, porque no era una
petición, sino simplemente un saludo.
Por lo que el Ave María fue recitada en privado.
El Ave María es especialmente poderosa durante nuestros últimos minutos aquí en la Tierra.
Los Santos son grandes fans de la oración del Ave María
San Jerónimo escribió, “las
verdades contenidas en el Ave María son tan sublimes, tan maravillosas
que ningún hombre o ángel podían comprenderlas plenamente”.
Y Santo Tomás de Aquino predicó sólo sobre la oración Ave María por 40 días seguidos.
Querida Elsa me pareció hermoso que se supiera como se fue armando el Ave María, la oración mas rezada por todos nosotros.Queda como siempre en tus manos Un gran abrazo y que María Santísima esté siempre contigo
Aída Martha Castelan
Mil gracias Aída. Como siempre bienvenidos todos tus trabajos. Bendiciones Elsa.
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