Jesús, mi Amigo amado...
en las horas alegres
y en momentos amargos.
Mi Compañero fiel...
en mis días serenos
y en mi andar agitado.
Aquel que me sostiene
y me invita a seguirlo
cuando bajo los brazos...
el que siempre me anima
realzando mis logros,
valorando mi amor
como un bello tesoro.
¿Cómo no hablar de Tí
cuando de la amistad
mi poesía se trata?
¿Cómo no descubrir
Tu Presencia y Tu Paz
habitando mi alma?
Por Tí Jesús, mi Amigo
aprendí a hacer también
amistades eternas...
de esas que nos ayudan
a desplegar la Luz
que escondida se oculta...
como perla en la ostra,
como semilla hundida
aguardando el milagro
de ver el "Nuevo Día".
Susana Mirta Piñeiro
Plottier (Prov. del Neuquén)
Susana, es hermoso tener a Jesús como amigo, como es hermoso tenerte a tí como amiga.
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