Estamos
al final del capítulo 6 de Juan y del discurso sobre el Pan de Vida. El
redactor del evangelio quiere dar un sentido fuertemente eucarístico a
todo el tema del pan y por eso introduce los términos "carne" y
"sangre". Probablemente escribe para comunidades que celebran la
eucaristía y quiere confirmar y alentar su fe.
Es importante no perder el caracter simbolico del texto. Ya lo veníamos subrayando en los domingos anteriores.
Tomados
literalmente los textos corremos muchos y hondos peligros: un
sacramentalismo estéril, la separación entre fe y vida, un materialismo
superficial, una idea mágica de la salvación.
Peligros que se dieron y se dan en la vida de la Iglesia.
Si
logramos superar el literalismo e ir más en profundidad lograremos
nuevas posibilidades de comprensión que darán sus frutos en nuestras
vidas.
¿A
una mirada más profunda que nos revela el texto? Hay continuidad con lo
expresado antes por el evangelista. Lo repetimos: en el símbolo del pan
podemos leer la realidad entera. La Presencia de Dios es total y
transparente. Jesús nos revela que somos Uno con la Vida: cómo él, con
él y en él. Jesús es nuestro espejo: en el nos reflejamos. En él somos.
Todo
el texto es un canto a la vida y a la alegría. Nuestra identidad es la
Permanencia. La Eucaristía nos recuerda constantemente que somos uno y que permanecemos en el Amor.
Mil gracias Padre Stefano Cartabia. Como siempre sus catequesis son increíbles.
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