Mientras cruzo el puente viejo,
rumbo a Tirol, peregrino,
siesta adentro en su reflejo
cruzo silencio y camino.
A lo lejos tu laguna
brilla su calma dorada,
y una calandria oportuna
nos alumbra la jornada
Horizonte y campanario,
acercan el credo humano,
cielo y tierra, son salario
para el camino mundano.
Por tu amistad, Santa Rita,
patrona de lo imposible,
voy por la senda bendita,
sin temer a lo temible.
Llegaré a tu santuario,
modesto, como tu gente,
a ofrecerte mi rosario,
agradecido y silente.
Sereno regreso a la huella,
cuesta arriba de la vida,
sigo el rumbo de mi estrella
con tu mirada sentida.
Gracias Bosco. Me hubiera gustado agregarlo ayer que era su día. Bendiciones
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