Todo se cumple, Madre, y sucede
en la historia del mundo: es posible,
suceden tus mensajes, no se puede
cambiar tu profecía en lo existible.
Tu presencia en persona al mundo diste
en tres pastores, signo sagrado,
el sol y el universo que conmoviste
y el milagro vigente de tu legado.
Cumpliste con el Padre, llamando al hombre,
su mandato entregaste, viva advertencia,
clamaste ante el Nombre de todo nombre,
lo hiciste, Madre: es nuestra la conciencia.
Tenemos tu Palabra; el resto, humano,
ya estamos en camino, no habrá regreso,
ahora, es pleno futuro, lo que fue arcano:
el horizonte arriba, ya es nuestro peso.
Francisco y Jacinta, dieron su entrega,
Lucía, esperó su Hora para el secreto,
estamos en los tiempos de pronta siega:
regresar al sendero, urgente reto.
Tu paciencia amorosa, su amor apela,
ahora, frenta el tribunal de justicia,
materna misericordia desvela
por tus hijos en trance de estulticia.
Clavamos lágrima y rodilla a tierra
ante tanto apremio que nos acosa,
a Jesús, nuestra esperanza se aferra:
El, Madre, hace nueva todas las cosas.
Bosco Ortega
Sí Bosco, debemos regresar al sendero Urgente antes de que se cumplan las profecías de María. ¿Por qué no lo comprendemos? Gracias Bosco. Bendiciones.
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