Jueves, 27 de marzo de 2014, en la sede del Consejo Pontificio para
los Laicos, Su Excelencia Mons. Josef Clemens, secretario del
dicasterio, hizo entrega del decreto con el que la Legio Mariae es reconocida como asociación internacional de fieles y por medio del cual se aprueban los estatutos de esta realidad eclesial.
Nacida en el año 1921 en Dublín, Irlanda, por iniciativa de un grupo de unas pocas personas bajo la conducción de Frank Duff, funcionario del Ministerio de Hacienda y después secretario privado del Ministro de Defensa irlandés, esta histórica asociación experimentó, en sus 93 años de historia, una difusión capilar en el mundo.
A través de la formación de miles de grupos en todos los continentes se ha difundido la identidad propia de la Legio Mariae, profundamente arraigada en la espiritualidad mariana y en la entrega al Espíritu Santo, que propone a sus miembros, como objetivos prioritarios, la propia santificación y la participación en la misión evangelizadora de la Iglesia a través del compromiso en tantos apostolados al servicio de los más necesitados y de los que están alejados de la fe.
Como afirmó en su discurso Su Excelencia Mons. Josef Clemens, la Legio Mariae se convierte en un signo palpable de cómo el “espíritu del celo misionero entre los laicos, a menudo vivido junto al compromiso cotidiano en la familia y en la actividad laboral, puede ir al compás de una profunda comprensión de la llamada a la santidad recibida por medio del Bautismo”.
Felicitaciones a todos los que pertenecen a la Legión de María. Que el Señor los bendiga.
Nacida en el año 1921 en Dublín, Irlanda, por iniciativa de un grupo de unas pocas personas bajo la conducción de Frank Duff, funcionario del Ministerio de Hacienda y después secretario privado del Ministro de Defensa irlandés, esta histórica asociación experimentó, en sus 93 años de historia, una difusión capilar en el mundo.
A través de la formación de miles de grupos en todos los continentes se ha difundido la identidad propia de la Legio Mariae, profundamente arraigada en la espiritualidad mariana y en la entrega al Espíritu Santo, que propone a sus miembros, como objetivos prioritarios, la propia santificación y la participación en la misión evangelizadora de la Iglesia a través del compromiso en tantos apostolados al servicio de los más necesitados y de los que están alejados de la fe.
Como afirmó en su discurso Su Excelencia Mons. Josef Clemens, la Legio Mariae se convierte en un signo palpable de cómo el “espíritu del celo misionero entre los laicos, a menudo vivido junto al compromiso cotidiano en la familia y en la actividad laboral, puede ir al compás de una profunda comprensión de la llamada a la santidad recibida por medio del Bautismo”.
Felicitaciones a todos los que pertenecen a la Legión de María. Que el Señor los bendiga.
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