Las revelaciones de Jesús a Sor Faustina sobre cómo vivir
este don del Cielo incluyen una Novena que comienza el Viernes de la Pasión del
Señor.
Le dijo el Señor a Santa Faustina:
"Deseo que
durante estos nueve días encamines almas hasta el manantial de Mi Misericordia,
para que encuentren allí la fortaleza, el refugio y toda aquella gracia que
necesiten en las penalidades de la vida, y especialmente en la hora de la
muerte. Cada día traerás a Mi Corazón un grupo de almas diferentes y las
sumergirás en el océano de Mi Misericordia y Yo conduciré todas esas almas a la
mansión de Mi Padre... Todos los días implorarás a Mi Padre gracias para esas almas
en atención a los méritos de Mi amarga Pasión."
(Del diario de
sor Faustina)
Sor Faustina recibió las visiones y revelaciones de Jesús en
la Polonia previa a la segunda guerra mundial, iniciando una de las
grandes devociones de nuestros tiempos. Dios, de este modo, ha derramado la
lluvia de Su Misericordia sobre un mundo que más y más se empeña en alejarse de
Su Voluntad.
La Novena a la Divina Misericordia se inicia el Viernes
Santo y culmina el Domingo posterior a la Pascua de Resurrección, fecha en que
se celebra la Fiesta de la Misericordia Divina según le pidiera Jesús a Santa
Faustina Kowalska. A través de esta maravillosa novena, Jesús nos pide rezar
por toda la humanidad, por todas las almas incluidas las del Purgatorio. En
cada día el Señor nos hace pedir por un grupo distinto de almas, hasta cubrir a
todos aquellos que necesitan de Su Misericordia.
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