No me animo a pedirte Señor, que me hagas
"santo"
aunque en ciertos momentos lo grite el
corazón.
¿Acaso puedo yo tan lleno de pecado
pretender tan sublime ideal del Amor?
Tal vez sea atrevido, quizá una
tentación
o esté tan desquiciado que olvide lo que
soy.
A lo mejor no tengo conciencia del
dolor
que supone el martirio de vivir por
amor...
Sin embargo muy hondo siento Tu
invitación
a ponerme en Tus manos como "caña" sin
voz
para que sea Tu Soplo, Señor, el que me
impulse
a donar en Tu Nombre mi más dulce
canción.
Susana Mirta Piñeiro de Valli
Plottier (Prov. del Neuquén)
A mí también me gustaría llegar a Santa Susana, pero cuando leo todos los padecimientos por los que han pasado aquellos que han llegado, no me atrevo a pedírselo al Señor. Elsa
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