EL ODIO TAN HUMANO
El
dìa despertò gris, la tristeza pintò de sombras las verdes montañas,
todo es silencio, los pàjaros huyeron presintiendo la tragedia, una nube
blanca y espesa avanza lentamente y lo cubre todo, el camino, las
flores, la pequeña aldea, el bello cielo y el aire fresco y
transparente de esa lejana tierra.
Los campesinos no han comenzado sus tareas, las madres estàn ausentes, no se escucha la algarabia de los niños.
De pronto la escena se vuelve dantesca todo es
desolaciòn, tragedia, dolor, muerte.
El
hombre activa el odio dentro suyo, lo muestra al mundo, lo siente vivo
feroz, no se detiene en su destrucciòn, el odio y el hombre se abrazan
poderosos,
invencibles.
Los
ojos de un dios dominan la escena, asustado huye a esconder su llanto,
su mano protectora acaricia las heridas y sus labios intentan una
oraciòn:
Mi amado humano que has hecho con lo que te di?
Muèstrame tu corazòn, donde lo ocultas? Me
olvidaste?
Acercate aquì estoy esperàndote...
Un lamento de sueños perdidos impregna el aire dulce de la noche cubrièndola con su manto de agonìa.
Al amanecer un dios abatido emprende el regreso hacia su lejana morada, en su camino levanta en
brazos a una niña que lo llama, juntos se desvanecen en el resplandeciente cielo.
Autora
Inès Gallardo Grau
Tan doloroso leerlo Inés, y tan verídico que es doblemente doloroso.
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