jueves, 12 de agosto de 2021

RELATO "LA CREACIÓN". DR. JORGE BERNABÉ LOBO ARAGON TUCUMÁN ARGENTINA.

 


 

“LA CREACIÓN”

Que las mayores luminarias del cielo, el sol o la luna, de pronto desaparezcan o cambien de lugar con tanta naturalidad, son acontecimientos fascinantes que nos indican sobre el misterio insondable de la creación.  Este pez volador-mote especial-con el que fue apodado por sus atributos de surcar los vientos y mares, en bilocación constante ha visto e"Ln cuerpo y alma la maravilla del firmamento eternal. Muchos interpretarán que son visiones entre sueños que se presentan en mi imaginación. No obstantes mis publicaciones y escritos van demostrando  con el tiempo que mis alteraciones y desplazamientos astrales son fruto de algo superior y seráfico. Pocos pueden comprender el privilegio divino de  acariciar o palpar el  infinito por la gracia de Tata Dios. Por qué…de pronto y casi al instante, sin espacio de tiempo  me encuentro  en  mi nido cósmico observando el presagio espectacular de un eclipse. Como esos fenómenos celestes además están ligados y unidos de manera perenne a los ciclos de la vida y de la naturaleza en su totalidad. Tal vez entre nosotros podemos conocer cómo se produce el portento de un eclipse, la tierra que hace sombra sobre la luna o la luna que se mete entre el sol y la tierra. Pero el prodigio celeste y espacial que se vislumbra desde lo alto es colosal. El  suceso astronómico y galáctico es como una rueda hacia la eternidad. Antes de Cristo se podía prever su existencia y la de otros  astros como puntos de medición  revelados por los reyes magos en  los meses de luna llena en búsqueda del Señor. Como entender sino por una grandeza excelsa - la mano de Dios -, que este pájaro soñador los pueda ver y contemplar en todo su esplendor. Muchos hemos  dibujado a los satélites de Júpiter en una cartulina en clase de geografía, como  bolitas que los changos de antes  en las calles de polvo y tierra usaban para sacarla del  hoyuelo hecho a mano con un dedo en donde había que embocar. Tiempos olvidados en donde la gente, la sociedad y el mundo se preocupaban por lo que sucedía en los planos superiores. Hubo periodos de la historia en donde también a un Galileo se le ocurrió mirar las estrellas y se encontró con lo asombroso y transcendental. Este Polifacético genio del renacimiento, del mismo modo se tropezó por obra del destino con lo que desde mi nido sideral puedo hoy de sol a sol contemplar y admirar. El físico y astrónomo Italiano observó  en noches de insomnio, mirando el cielo  absorto como esos bonitos satélites giraban en torno al poderoso Júpiter. Es así que desde el imperecedero espacio maravillado por su inmensidad, encogido en mi nido cósmico, puedo admirar la entonces indiscreción de este Galileo. Miro y disfruto el cielo como encadenado  misteriosamente al dios supremo de los griegos y a su equivalente romano de júpiter… Zeus…el titán del olimpo, que explotaba la fuerza de los cielos, la lluvia, la nieve el granizo y la tormenta .Este volador, desde su morada cósmica envuelto en un firmamento estrellado revive enigmáticamente al genio de la astronomía que  enalteció como nadie la obra suprema de la creación. Esta perfecta, armoniosa y bella estabilidad que compone el universo, representa sin duda lo inmutable, lo supremo, el  orden perfecto, que responde a un plan inextinguible. Este milagro de la creación seguramente nos será confiado cuando después de las últimas tribulaciones el Rey de los Reyes baje con sus ángeles a dar paz perpetua a un mundo totalmente confundido en búsqueda de Amor.

Dr. Jorge Bernabé Lobo Aragon

    jorgeloboaragon@gmail.com

#Argentina #Tucumán #España

La verdad es Jorge, que muchas veces me pongo a pensar en la creación. Este relato suyo es maravilloso. Está para leerlo dos o tres veces más.

Dios lo bendiga.   Elsa Lorences de Llaneza.

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