EL PARAISO PERDIDO
( Para reflexionar)
Al principio el mundo era todo perfección, la humanidad vivía en paz y armonía, abundancia y belleza que Dios donó generoso en su infinito Amor y Providencia, al ver que su obra era perfecta, puso en los mandamientos, las bases mínimas para una buena convivencia.
La humanidad en lugar de aceptarlo y compartirlo , por ignorancia y soberbia, fue cambiando sabias reglas, por otras que ella construyó, sembrando muerte y dolor causando mucha injusticia y tristeza.
A lo largo de la historia la sociedad no ha cambiado, el hombre con desmedida codicia fue acaparando riquezas, dejando a otros hermanos sumidos en la pobreza; contamino el aire, el agua y la noble tierra,
La justicia y equidad de las leyes fueron avasalladas, la verdad, la moral y la ética son cosas de otras épocas, hoy la corrupción es “estrella”, aquello que era lógico y natural, lo contradice y desprecia, produciendo el caos que en estos tiempos impera.
Las buenas costumbres pasaron de moda, los vicios, la violencia y transgresiones nos acechan, la vida perdió valor, el amor ya no interesa, la esperanza y la fe son letra muerta.
El hombre que solo busca el poder para dominar al otro, el placer desordenado que anule la recta conciencia y la riqueza desmedida son los dioses que hoy adora y con rigor nos someten a una cruel indiferencia.
El hombre y la mujer, en lugar de brindarse respeto y cariño, con odio y violencia se enfrentan, en vez de formar una sólida familia, se han declarado la guerra.
La austeridad se cambió por consumismo, la mira está puesta en disfrutar en desmedro del servicio y se prioriza el envase en lugar del contenido.
Es triste esta realidad que nos conduce al abismo, por eso me niego a estas nuevas reglas, quiero ser parte en la reparación del paraíso perdido, con fuerza me aferro al Padre, sabiduría perfecta, a Jesucristo su Hijo, y al Espíritu Divino, acompañando a María a construir el arco iris, signo que anuncie jubiloso a todos que el diluvio ha concluido, y un nuevo mundo renace para bien de todos, en Paz y Felicidad, que merezca ser vivido.
Raquel Olay de Leanza
Publicado en la Revista Aristos Internacional-
Yo también Raquel Quisiera volver al Paraíso Perdido de mi infancia. Hermosa Reflexión. Elsa Lorences de Llaneza.
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