LOS MAGOS DE ORIENTE
Manuel Llaneza Blanco
Argentina
Cuando comienzo a esbozar estas líneas, intento iniciar un viaje al pasado, rememorando los recuerdos de mi infancia.
El aula estaba en total silencio. Todos los alumnos
enfocados y atentos al relato del maestro, perteneciente a la
congregación de Hermanos de Juan Bautista de La Salle. Nos relataba los
pasajes de la Biblia, con palabras que nos transportaban a la época, tal
era su habilidad para captar la atención.
Aquel 5 de enero de 1948 pleno invierno en Asturias, asistí
al colegio ilusionado con la inminente llegada de los Reyes Magos. En
nuestra clase de Historia Sagrada, ese era el pasaje que todos los
alumnos esperábamos con especial ansiedad nos relataran.
Poder escucharlo y revivirlo, estimulaba el sueño y abonaba
la ilusión, que crecían además con la posibilidad de presenciar la
Cabalgata de los Reyes Magos.
Ese momento único avivaba en mí la ilusión, que se vincula
con emociones positivas. Dicha conexión desde pequeños nos ayuda a vivir
nuestros sueños.
Imaginar el juguete deseado y lo que haría con él, nutría la
fantasía que hacía esperar con ansia la noche, en la que debía poner
pasto y agua para los camellos, y la carta con el pedido a los Reyes.
Levantarse a la mañana siguiente con la emoción de
comprobar, si lo que tanto anhelaba se había cumplido, se convertía en
una sensación inolvidable. Siempre recordaré con mucho cariño esos
momentos. Eran sin duda días mágicos.
Desde otra perspectiva, la vida me permitió vivirlos de
nuevo con mis hijos y nietos. Ver en sus ojos la misma ilusión, la misma
felicidad, me transportaba a mi niñez.
Los Reyes Magos han sido en mi caso motivo de inmensa
felicidad, y prefiero guardar esos momentos por sobre toda otra
consideración y análisis, respecto de los personajes históricos.
FELICES REYES ¡
Muy lindo recordar el pasado Manuel. Es el inicio de nuestra vida. Dios te bendiga. Elsa.
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