DE TÍ NUESTRO AUXILIO
DE TÍ NUESTRO AUXILIO
GRACIAS CARLOS OBREQUE: SANTA MADRE DE DIOS LÍBRA AL MUNDO DE LA PANDEMIA QUE NOS MATA. AMÉN. ELSA LORENCES DE LLANEZA
En el judaísmo y en el cristianismo, los arcángeles son una categoría de ángeles. Constituyen uno de los siete coros de la jerarquía angelical. Los arcángeles son los penúltimos, antes de los propios ángeles (tal y como lo indica el prefijo arc, que significa superior).
Los siete nombres son:
Según el Canon bíblico (excluyendo el texto apócrifo), solo se llama arcángel a Miguel, y Gabriel es un ángel mensajero. Solo se menciona a Rafael en el Libro de Tobías, que es deuterocanónico, por lo que es reconocido por las comunidades judías de la Diáspora, por todas las iglesias ortodoxas, y también por la Iglesia católica, pero ha sido rechazado por los judíos rabínicos jerosolimitanos y por los protestantes.
Por favor queridos Arcángeles, les pido que, por su santo poder, hagan desaparecer la pandemia que azota a todo el mundo. Se los pido en nombre del Señor de la Historia nuestro amado Jesucristo. Amén. Elsa Lorences de Llaneza.
UNA VIVENCIA
QUE QUIERO COMPARTIR CON USTEDES
Mi nieta DELFINA HERBEL de 8 años, recibió el Diploma de la "FUNDACIÓN LEER" por completar el desafío del 20 de Septiembre al convertirse "EN EL SUPER LECTOR"
Quiero felicitarla a ella por el compromiso con el que está estudiando en este encierro y a mi hija Nancy Llaneza, su mamá, por el esfuerzo que hace para acompañarla.
Lamento, y no puedo dejar de mencionarlo, por tantos niños que no tienen la posibilidad de mi nieta y hago votos para que puedan tenerlas pronto. Así sea.
Elsa Lorences de Llaneza
elsalorences@yahoo.com.ar
Gracias Carlos Obreque. Ojalá nos repongamos todos de la mejor manera posible. Bendiciones. Elsa Lorences.
24 de Septiembre: Nuestra Señora de la Merced
VIRGEN DE LA MERCED
Canción patriótica
Dios te salve, Virgen, Madre y Señora,
bendita Patrona de la Merced,
de Argentina, Estrella libertadora,
por la patria soberana, interceded.
Acompañaste al gran Manuel Belgrano
a la gloria de Salta y Tucumán,
junto al Perú, pueblo sanmartiniano,
tu victoria, por siempre, cantarán.
La banda a cielo que surca tu manto,
y el bastón que ofrendara el General,
son las prendas que luce tu altar santo,
vencedoras del yugo colonial.
Hijos tuyos, Virgen de las Mercedes,
nuestra Generala de la Nación,
en tu honor y del pueblo que intercedes
alzamos el invicto pabellón.
Rechaza al intruso y su cadena,
y toda ofensa a nuestra libertad,
libera al esclavo de su condena
y dános del Creador la dignidad.
Letra y Música: Bosco Ortega
Jueves 24 de Septiembre de 2020 – 16hs, l2”
Balvanera
Mil gracias Bosco Ortega. Que la Virgen de la Merced lo acompañe siempre. Amén. Elsa.
MOMENTOS SUBLIMES
VIRGEN DEL ROSARIO DE SAN NICOLÁS
La visión de una capilla
emergida en oración,
la recibe de rodilla
sumergida en plena unción.
Gladys Motta, ama de casa,
una sencilla mujer:
cuarto grado, escuela escasa,
de rezo, vivo deber.
El año mil novecientos
con su cifra ochenta y tres,
el misterio y su momento
centra en su casa, esta vez.
Veinticinco de Septiembre,
la fecha de aparición,
ella, orando, como siempre,
primavera, la estación.
El pueblo, San Nicolás,
Rosario del Paraná,
cuarto, a solas, luz y paz,
Gladys en plegaria está.
Una presencia unge la hora
de beatitud en bondad,
aparece la Señora
y revela su verdad.
Una capilla le pide
para su honor erigir,
ese mandato decide
y sale al mundo a cumplir.
Tras la imagen entrevista
camina y desea encontrar,
pide a Jesús que la asista
por los templos del lugar.
En San Nicolás de Bari
la detiene una visión,
esa Señora aguarda a Gladys
le dicta su corazón.
Allí, consuma el corolario,
altillo de la Catedral,
está la Virgen del Rosario
y su cita celestial.
A la imagen le faltaba
la mano derecha, allí,
y el Rosario ya no estaba:
cuando la halló, era así.
A la Virgen reconoce
y es testigo a su favor,
será su mariano goce
y epífanía de Amor.
Un rayo de luz indica
el enclave de su altar,
la ciencia del cielo explica
el punto exacto del obrar.
El sitio, llamado El Campito,
donde el Santuario estará,
por el designio ya escrito:
“ribera del Paraná”.
Pide el cuño de medalla
que sus fieles llevarán,
y en la terrestre batalla
a su poder confiarán.
Imagen bella entre bellas,
Ella y su Maternidad,
Corona de Siete Estrellas
y La Santa Trinidad.
Bosco Ortega
Balvanera - Santa María de los Buenos Aires.
bosquinortega007@gmail.com
Excelente Bosco la historia verdadera de la Virgen de San Nicolás en su poema. Dios lo Bendiga. Mil gracias. Elsa Lorences.
Nuestra Señora del Rosario de San Nicolas
“Día de la Virgen de Rosario de San Nicolas”
25 de septiembre
"Cerca tuyo quiero estar, el agua es una bendición. Soy la patrona de este lugar y me harán un santuario. Cumplid mi palabra."
Imposible es solamente una figura retórica. Existen dificultades con las que uno tropieza en la vida, pero a los sesenta años, ante las contrariedades, dificultades, conflictos y pandemias uno va naturalmente en búsqueda de las cosas altas, elevadas, espirituales. Así, sentado en la computadora y muchas veces sin ganas de escribir sobre temas de mi profesión, me vienen a mi mente recuerdos imborrables. No estaba soñando, sino recordando una mañana en el campito. En el milagroso Templo de San Nicolás de los Arroyos a orillas del Río Paraná. Después de viajar más de mil kilómetros desde el Jardín de la Republica hacia la ciudad de María y de escuchar silenciosamente a la vidente Gladys Quiroga Motta me sumergí en la Catedral. Imponente, resplandeciente, deslumbrante. Estaba hacia un costado del atrio envuelta en una caja de cristal “María del Rosario”. La Virgen vestida de azul, tenía el Niño en brazos y un rosario en la mano. Nunca había visto una imagen tan cálida y natural. Sus ojos negros me miraban y a su vez contemplaban al mundo y abrazaban a la humanidad. Solamente pude tocarla detrás del vidrio que la cubría. Su mirada eterna ya evocaba los recuerdos de cuando mi madre me alzo y me consagró a la Señora de los Cielos. Azorado y cansado por el viaje con mis muletas a cuestas, me senté en un madero que atravesaba la basílica. Mire silencioso hacia el circulo superior del templo y un imponente diseño de arquitectura y deslumbrantes figuras en vidrio serpenteaban elegantemente. Anude mis manos agradeciendo el privilegio y la oportunidad de ser uno de los primeros peregrinos al santuario. Después de una mañana soleada y refulgente, un ruido de viento y tormenta abrieron cada uno de los ventanales superiores de la Basílica. La larga vidriera de colores se movía y sacudían al unísono proyectando una luz que parecía venir de otro mundo. Un apabullante espectáculo de luz y furor entraban por cada una de las escotillas, sumiéndome en un estado de gracia que me impulsó a exclamar “Madre mía…Señora mía”. La sinergia de los paños de cristales parecía ceder ante la fuerza de la naturaleza. El ruido de la tormenta no cesaba y los ventanales multicolores parecían salirse de su círculo pronto a desprenderse. Los vitrales en su conjunto esparcían un rayo de luz palpitante y espontáneo. Era una tormenta de verano que solamente duro unos minutos. El interior del templo estaba animado con una atmosfera rutilante de piedras preciosas de distintos e intensos colores que daban al lugar sagrado un tinte portentoso. El increíble suceso casi sobrenatural de este maravilloso despliegue de luz, agua, viento, color y geometría parecían celebrar la vida del Eterno y su Madre en el Sagrario. Me sentí arrollado de la Ecuación “Dios es luz” como imagen de lo etéreo e inaccesible. Con dificultad me pare con mis muletas buscando la salida, hacia el Campito de la Virgen que rodea el templo. Mire otra vez a lo alto y nubes bajas y grises cubrían la mañana recordando al aguacero del minuto. Era un día de semana, sin muchos peregrinos. Había leído sobre manifestaciones extraordinarias de la presencia de Dios y de la Virgen, como la danza del sol, que nos recuerda el Milagro de Fátima, el perfume a rosas, el brillar del rosario sobre las paredes en varios hogares o las bombitas de luz que al quemarse dejaban impresa la letra “M” de María. Me senté sobre una piedra a descansar. Una tenue neblina me arropó. Me cubrió y envolvió, como si fuera el “alpapuyo” de mi Tafí del Valle que con sus espesas capas de nubes bajas parece recorrer el valle sin rumbo fijo. Me sentí trasportado y lanzado a otra dimensión. El mundo real se había alejado. Solamente sentía la sensación de estar sobre un plano distinto. Sin movimiento alguno, solamente, atine a tocarme la cara y lágrimas brotaban de mis ojos sin que pudiera controlarlas. El tenue sol que apenas asomara en la mañana gris empezó a acercarse con movimientos circulares y armoniosos como tratando de atraparme. Jamás había pensado que estuviera frente al fenómeno conocido. Tampoco fue una ilusión ya que podía ver al astro sol sin que me encegueciera. Al instante, se rasgó la tupida neblina y sobre el cielo se moldeó nítido y abierto un triángulo. El de la Santísima Trinidad. Un marco perfecto con los colores blanco, celeste y rosa del manto de la Virgen. Era sin duda la forma triangular plasmada en el reverso de la medalla que la Santísima Virgen le pidió a la vidente. Un triángulo con estrellas en sus vértices y con tres más rodeando cada lado. Fueron unos minutos. Un soplo. Un tiempo. Nunca lo comprenderé. Lo experimenté y lo apreciaré mientras viva. Es Ella. Es MARÍA a quien hoy suplico que Salve al Mundo de esta terrible Pandemia.
Dr. Jorge Bernabé Lobo Aragon
#Tucumán #Argentina #España
Hoy, en el día de la Virgen de San Nicolás, Madrecita muy querida por mí, agradezco su recuerdo y deseo que ella lo cuide al igual que a su familia. Gracias y Benciones Elsa