Maria no deja de hablarnos desde
Medjugorje, pero esta Gracia no será derramada por siempre. Ella nos ha
advertido que esto es un Don de Dios para esta generación, como ninguna
generación antes pudo disfrutar. Vivimos algo que es obviamente una
Gracia derivada de la Misericordia Divina, que ve a este mundo tan
atacado por el mal, que derrama la palabra de nuestra Madre del Cielo de
un modo excepcional.
¿Vamos a escucharla?
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