EN
CADA MAÑANA
Se
me ha unido la vida
con el rosal de la casa,
ella florece día a día y en
Dios he puesto toda esperanza.
con el rosal de la casa,
ella florece día a día y en
Dios he puesto toda esperanza.
Algunos
tramos poseen espinas,
sombras, golpes, penas del alma,
otras sufren el frío del hielo,
el vacío y las mismas llamas.
sombras, golpes, penas del alma,
otras sufren el frío del hielo,
el vacío y las mismas llamas.
Mas,
por las mañanas aparece la luz,
y ella vuelve a besar las entrañas,
el cielo se hace más que refulgente,
y tañe con gozos que cantan.
y ella vuelve a besar las entrañas,
el cielo se hace más que refulgente,
y tañe con gozos que cantan.
Es
ahí donde te encuentras Señor,
como el amanecer sin penas oscuras,
dando abrigo desde ese pedacito de sol,
que regalas cada encuentro con mi vida.
como el amanecer sin penas oscuras,
dando abrigo desde ese pedacito de sol,
que regalas cada encuentro con mi vida.
Igual
que en las noches sin rumbo,
y en las estrepitosas caídas,
te quedas junto a mis derrumbes,
besando mi nada y mi barro triste.
y en las estrepitosas caídas,
te quedas junto a mis derrumbes,
besando mi nada y mi barro triste.
Y
me animas a despertar en tus brazos,
en donde dulcemente me acunas,
entregándome sólo tu ternura, para
recomenzar el camino cada mañana…
en donde dulcemente me acunas,
entregándome sólo tu ternura, para
recomenzar el camino cada mañana…
Sólo
tu amor es el que me sostiene,
me
abraza, me acompaña y anima, crece
como
el pimpollo en el silencio del alma,
para
colmarla de flores y además perfumarla.
Ana María Capalbo
Mil gracias Ana María por regresar al Blog con tus hermosos poemas. Dios bendiga tu pluma y acreciente tus dones. Elsa.
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