Señor, ¿Qué es eso que atormenta mi pupila?
¿Son hombres, los causantes de este drama?
Yo creo que son bestias sin sentido, sedientas
como gárgolas, que con sangre dibujan esta trama.
Niños que mueren cansados sin entender el motivo,
niños que para hoy ya no sueñan, les robaron el sentido.
¿Bombas inteligentes en tantas manos estúpidas?
La guerra, un jinete tenebroso cabalgando.
Oh Dios, ya no quiero ver cuerpos mutilados
pendientes de una soga en danza macabra con el viento,
asesinados por ideas necias que buscan el oro como meta;
hoy, tantos huérfanos deambulan por las calles
y viudas que a gritos se lamentan sin entender el porque
les han quitado esa familia, que ayer era de ellas,
que no haya más soldados en las calles, atrincherados
en las callejuelas, tanquetas y aviones todos.
Empachados de bombas que cruelmente y sin medida,
pronto han de caer sobre el pueblo entre sus casas,
y han de morir tantos inocentes por el vómito de fuego
de la fiera, y serán ellos que transitan descuidadamente
por el mísero camino que les guarda el día y su estrella.
Que no se escuche más el llanto del pequeño que asustado
en el estruendo grita, con su padre en el piso, destrozado
por el arma que allende la tiniebla sin ver siquiera
disparo un soldado, una gárgola sedienta de fluidos
que en la mano lleva, un corazón partido.
Señor, ya no más el dominio de las razas,
que todos somos lo mismo en medio del trance de la muerte,
nos duele igual, amamos igual y a todos sin dudar
nos martiriza igual el hambre, el calor el frio o el dolor,
qué el blanco sobre del negro o el amarillo o el café,
¿O tal vez el pueblo musulmán en su conjunto
ha de ser una raza fanática y perversa?
¡¡¡¡NO!!!! Todos, si, todos somos iguales ante el padre,
el divino hacedor que a todos nos observa desde el cielo,
¿Evolución en el hombre es la pregunta?
No, el hombre a diario en los malos ejemplos va.
Hoy, volvamos los ojos en el tiempo, y hagamos un resumen
un practico resumen de esta humanidad
¿Ya cuantas guerras ha sufrido el hombre y que lecciones
de entre aquellas tomó ya? Al final de una guerra,
solo reinan sobre el terreno la peste y la maldad,
el dolor y el rencor son sus aliados, y el cruel resentimiento
en todas esas mentes vivirá.
Por eso Señor hoy te pedimos, ya no más violencia por las calles,
y un alto, si, un simple alto al instinto destructivo
que la guerra favorece y eterniza, y ya no más
de esos niños de la guerra, que con orgullo manejan
una arma tan letal, demos a nuestros niños alegrías,
o mañana sin dudarlo ellos, soldados serán, y otra guerra
cerca o lejos los espera, lágrimas, heridas sangrantes,
casas destruidas, naturaleza muerta, no señor de mis ancestros,
ya no más, ya no quiero el dolor si hubo alegría,
ni llantos si la risa adornaba el lugar, ya no más la pobreza
creada por el hombre, y no, no haya los himnos de victoria,
que en la guerra todos pierden, unos menos y otros, más,
pero al fin, TODOS PIERDEN
EDUARDO MARTÍNEZ ZENDEJAS.
Eduardo: Duro, cruel pero verídico tu poema reflejando una tristísima realidad que a todos nos conmueve. Te felicito amigo Elsa.
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