Camino
de sombras
Quítanos,
Señor, esta noche
que
solidifica nuestra alma,
déjanos
empapar con lágrimas
el
desierto que nos embarga.
Endiosados
sin destino
en
el rodaje del tiempo
que
con su paso inexorable
pauta
el guiño del olvido.
Materialistas
insensatos,
que
perdimos la sonrisa,
la
franqueza de los niños,
o
la intuición de una mirada.
Y prevalece
el egoísmo,
solitario
sin amigos…
Mientras
buscamos la gloria
en
vanidad, embebida.
Quítanos,
Señor, ese velo
de
nuestra miopía humana
que
cubre la luz compasiva
y
nos quita el pasaje al cielo…
Nelly Esther Vichich
Mil gracias Nelly por tu compartir. Bendiciones.
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